Hay preguntas relacionadas con la vida doméstica que seguramente ya tienen respuestas, pero que para muchos de nosotros siguen siendo un misterio, o una de esas cosas que parecen tener más de una respuesta, a veces contradictorias. Cuántas veces debemos cepillarnos los dientes, cada cuánto hay que lavar los paños de cocina, por qué desaparecen los calcetines en la lavadora (siempre uno, nunca los dos), ¿hay que lavar la fregona? También cada cuántos días se debe cambiar la ropa de cama. Como podemos ver, varios de estos “misterios” o dudas están relacionados con la ropa.
La cuestión de las toallas de la ducha
Una bióloga en TikTok, naturalmente, acaba de abordar otro tema doméstico relacionado con textiles: las toallas que usamos a diario en la ducha, con qué frecuencia debemos reemplazarlas y lavarlas. Carolina es bióloga y, a través de su cuenta @unacordobessa, comienza diciendo que mucha gente tiene claro cuándo hay que cambiar la ropa de cama, pero no cuándo hay que cambiar las toallas que utilizamos para secarnos después de tomar una ducha. También asume, burlonamente, que algunos ni siquiera saben que hay que lavarlas de vez en cuando.
Muchas personas cambian las toallas del baño cuando cambian la ropa de cama, pero en realidad se deben cambiar cada dos o tres usos, antes de que se pueda convertir en un foco de contaminación.
¿Por qué hay que cambiar las toallas con tanta frecuencia?
Carolina nos lo explica de forma bastante sencilla: porque las toallas son “el ambiente perfecto para los microorganismos”. Las toallas son tejidos esponjosos que permanecen húmedos demasiado tiempo, que además contienen aceites corporales y células muertas de la piel. A esto hay que sumar la humedad y temperatura que suele haber en los baños, oxígeno, y ya hemos creado “el paraíso de las bacterias y los hongos”, en el que pueden duplicar su población cada media hora.
Si además tenemos la toalla colgada cerca del inodoro y a menudo lo descargamos sin bajar la tapa, es probable que estemos lanzando una verdadera “lluvia microscópica de gérmenes”, una invasión de microorganismos en dirección a nuestra toalla. Carolina también reconoce que a veces no tenemos tiempo para estar lavando las toallas 2 veces por semana, pero recomienda hacerlo al menos una vez por semana.
Y hace una última recomendación: al lavar las toallas hacerlo con el agua con una temperatura superior a los 60°, para asegurarnos de que las bacterias y gérmenes sean eliminados.
Qué dicen otros expertos
Hace dos años, una encuesta en Reino Unido reveló que un 44% de la población cambiaba las toallas cada tres meses, y cerca de un 20% lo hacía una vez al mes, mientras solo un 25% de la población lo hace una vez por semana. La información sorprendió a Sally Bloomfield, una médica especializada en higiene del hogar y en prevención de enfermedades infecciosas: “Estoy un poco sorprendida porque uno pensaría que las toallas estarían ásperas, llenas de transpiración y serían muy incómodas de usar”.
Para esta experta “a pesar de que pueden verse limpias, han acumulado con el tiempo millones de gérmenes y pueden ser un grave peligro para la salud de quien sea que viva contigo”. La referencia a otra persona se debe a que es posible que tengamos microorganismos en nuestra piel que sean inofensivos para nosotros, pero que pueden enfermar a otras personas con las que compartimos el baño, y la toalla.
Su recomendación: aun viviendo solo, no dejar pasar más de 15 días sin reemplazar las toallas, a lo que habría que agregar que cada miembro de la familia debería tener su toalla para ducharse.