El ser humano está lleno de misterios. Entre ellos, los hábitos de sueño siguen intrigando tanto a científicos como a observadores de la conducta humana. Muchas personas necesitan ocho horas completas para sentirse descansadas. A otras les basta cinco o seis. Algunas se duermen apenas cierran los ojos, otras tardan horas en conciliar el sueño.
También llama la atención de los estudiosos las diferencias entre los momentos del día en que la persona tiene más energía y lucidez. Algunas son nocturnas, cuando llega la noche se activan y su mente puede trabajar sin descanso. Otras, en cambio, despiertan con todas las luces al amanecer, y a medida que el día avanza disminuye su potencial.
Estas variaciones en parte obedecen a factores externos, como el estilo de vida, el estrés o la alimentación. Pero también incide la compleja combinación de genética, química cerebral y entorno social.
¿Qué dice la psicología sobre quienes no pueden dormir cuando hay silencio?
El silencio es el entorno adecuado que necesitan la mayoría de las personas para dormir. Cuando todo está silencioso, la mente se aquieta ya que no hay estímulos ambientales que la perturben. Y el sueño llega.
Sin embargo, es muy frecuente que las personas se duerman con la televisión encendida. Es una modalidad de estos tiempos, en los que hay un televisor en el dormitorio. Hay quienes dicen que es un hábito poco saludable, otros lo consideran una manía.
Lo cierto es que hay una explicación para este comportamiento. La psicología explica que el ruido ayuda a las personas con mentes hiperactivas o con dificultades para desconectarse de sus vivencias y de los problemas que ha tenido durante el día.
Para estas personas, el silencio absoluto puede generar incomodidad, porque amplifica la actividad mental. Su ansiedad aumenta y no se logra conciliar el sueño. En las personas con antecedentes de traumas o de estrés, el silencio puede ser percibido por el cerebro como una señal de alerta que lo mantiene vigilante.
También puede haber razones de orden emocional en la necesidad de ruido para dormir. En personas que crecieron en entornos ruidosos y con familias numerosas, el ruido se asocia a la seguridad, familiaridad y compañía. Por tanto, el silencio absoluto puede generar sensación de soledad y desamparo.
¿Qué efecto causa el sonido de la televisión?
El ruido de la televisión, especialmente cuando se miran programas conocidos que no exigen pensar, distrae al cerebro de pensamientos intrusivos o de preocupaciones.
Para muchos, ese sonido ofrece sensación de estabilidad, pues implica el reencuentro con las rutinas que marcan el fin del día. Esa especie de murmullo, al que muchas veces no se atiende, puede crear una atmósfera que facilita el sueño.
¿Qué tipo de ruidos pueden favorecer el descanso y el sueño?
Las investigaciones sobre la relación entre el efecto del ruido y el sueño han demostrado que hay ciertos tipos de ruido que pueden mejorar la calidad del descanso. Se trata de los sonidos naturales, constantes y suaves, como el “ruido blanco”.
Este tipo de ruidos contiene frecuencias distribuidas de manera uniforme, que carecen de variaciones bruscas. El sonido actúa como una especie de fondo sonoro neutro que enmascara otros ruidos del ambiente, como el tráfico, voces lejanas o ladridos de perros.
Muchas personas se calman con estos ruidos, pues les generan sensación de estabilidad. Aunque no funciona igual para todos, para algunos es una herramienta simple pero efectiva para relajarse y dormir apaciblemente.
La recomendación para quienes necesitan ruido para dormir es mantener el volumen bajo y programar el apagado automático para favorecer la fase de sueño profundo.