Desde la invención de los primeros telescopios, los seres humanos no hemos dejado de explorar el espacio y de buscar explicaciones a todo lo que hemos ido encontrando, que es cada vez más. Sobre todo gracias a los avances de la tecnología y a esas avanzadas extraordinarias que son las sondas espaciales.
Las sondas son naves no tripuladas, equipadas con sofisticados equipos que hasta ahora nos han servido para aproximarnos y explorar más de cerca la Luna, el Sol, cometas y asteroides, planetas y planetas enanos. Entre estos últimos está Plutón, donde la NASA estuvo de visita en 2015, y donde parece haber cometido un error.
La sonda New Horizon, Plutón y Kiladze
La sonda espacial New Horizons fue lanzada por la NASA en enero de 2006, y entre sus principales objetivos se encontraba el de explorar Plutón y sus lunas, un planeta enano, un tema que todavía genera debate y que aún no había sido visitado por naves terrestres.
En 2015, tras un recorrido de más de 4.000 millones de kilómetros, la sonda se aproximó hasta menos de 12.000 kilómetros del pequeño planeta y comenzó a enviar imágenes de su superficie. La misión resultó ser bastante accidentada, con criovolcanes como Piccard y Wright Mons, y una gran depresión que fue bautizada como Kiladze.
Los criovolcanes son formaciones geológicas extraordinarias, similares a volcanes, aunque en vez de lava expulsan hielo, metano y amoniaco. Sin embargo, lo que llamó la atención de los investigadores de la NASA fue esta depresión en medio de una zona muy accidentada, que concluyeron era resultado del impacto de un gran asteroide.
El nombre de la depresión es un homenaje al astrónomo georgiano Rolan Kiladze, un especialista en movimientos planetarios que además hizo varios descubrimientos importantes sobre Plutón.
El descubrimiento del error
Un nuevo estudio en torno a esta gran depresión en Plutón, liderado por Al Emran, del Jet Propulsion Laboratory, ha puesto en duda que Kiladze sea un cráter de impacto, afirma que esta hipótesis está equivocada y propone una nueva explicación.
El estudio fue publicado en The Planetary Sciencie Journal, y señala que la depresión tiene una profundidad promedio de 3 kilómetros, demasiado profunda para haber sido causada por un impacto, y no haber sido rellenada con hielo y otros materiales.
El equipo de investigadores propone otra explicación para esta gran depresión: que esta haya sido creada por una gran erupción de un también enorme criovolcán que colapsó mientras enviaba hacia el exterior una gran cantidad de hielo y amoníaco.
La abundancia de material expulsado habría provocado un colapso de la gigantesca caldera del súper volcán, generando el hundimiento y la formación de la depresión.
Por otro lado, el considerable nivel de amoníaco favoreció que el agua se mantuviera líquida por más tiempo, y que saliera a la superficie una mayor cantidad de criomagma.
El equipo del Jet Propulsion Laboratory halló presencia significativa de un compuesto de amoníaco en la depresión, que parece no estar en el resto del planeta, y han calculado que la última erupción pudo producirse hace unos 3 millones de años.
Otra conclusión interesante de este estudio es que Plutón podría estar “vivo”, es decir, poseer un núcleo con suficiente calor como para generar esta clase de eventos geológicos. Y sigue llamando la atención de los astrónomos por otras razones.
Recientemente se descubrió que el planeta goza de una especie de clima particular que no está presente en otros planetas enanos del Sistema Solar. Se trata de una bruma que rodea al planeta y que parece ser parte de un calor residual, que podría estar relacionado con el núcleo del planeta.
Es como vemos otro misterio por desentrañar, y seguramente no será el último que ofrezca el que durante mucho tiempo fue considerado como el noveno planeta.