Una de las mejores cosas del verano son los viajes a las distintas playas y el reencuentro con el mar si vivimos en el interior de España, o con la posibilidad de volver a entrar en él gracias al calor, si vivimos en la costa. Un buen baño en familia siempre es una grata experiencia.
El aumento estacional de la temperatura y las vacaciones ponen a nuestra disposición las playas de España, del trópico y del resto del hemisferio norte (porque en el sur están en invierno). En caso de que no seamos de aquellos que viajan todos los años a los mismos lugares, hay muchos sitios paradisíacos que podemos descubrir este verano.
¿El secreto mejor guardado de Cantabria? Dos playas en una
Uno de estos lugares que vale la pena conocer se encuentra en España, en un lugar inesperado, pues no está en el sur ni en la costa mediterránea, sino en Cantabria, cerca de Santander y a solo 3 kilómetros de Soto de la Marina. Estamos hablando de la Playa de Covachos.
Este hermoso lugar está escondida tras un imponente acantilado de piedra caliza y en el que se encuentran varias cuevas que son el origen del nombre. La playa de arena tiene unos 50 metros de extensión y 10 de ancho, y está muy cerca de un islote, conocido como la isla del Castro, un gran afloramiento rocoso y desnudo coronado con una mancha de vegetación.
Un primer paisaje lo constituye esta pequeña cala, con el acantilado a su espalda y con la isla del Castro casi al frente, aunque más próxima a la costa por la esquina derecha de esta playa. Pero cuando baja la marea surge otro, gracias a una barra de arena, un tómbolo que une al islote con tierra firme y convierte a Covachos en una playa con dos tercios de un círculo.
Es una playa de difícil acceso, no apta para discapacitados sin chiringuitos y sin otros servicios, pero se ha convertido en el lugar favorito de los amantes de estos lugares, y considerada una de las playas más hermosas de Cantabria.
Algo de historia y hasta una cascada
Más allá de su belleza natural, motivo más que suficiente para visitarla si viajamos a la comunidad autónoma de Cantabria, hay un suceso histórico y arqueológico que puso en el mapa la playa de Covachos. Sucede que en los años 80 el Laboratorio de Investigaciones Arqueológicas Subacuáticas encontró los restos de un naufragio en aguas de esta playa.
Los investigadores de este laboratorio, con sede en el Museo Marítimo del Cantábrico, hallaron 9 cañones, dos anclas, proyectiles y otros objetos que pertenecieron a un galeón inglés. Se supone que el barco se habría visto atrapado por una tormenta en 1641, y naufragó cerca de la playa de Covachos.
Volviendo al paisaje de este hermoso lugar, otro detalle que la caracteriza es una cascada que brota de la pared del acantilado y se precipita sobre la arena dorada de la costa, y luego recorre los pocos metros hasta llegar al mar. Esta pequeña caída de agua dulce, con la isla del Castro unida por la franja de arena de fondo, crea un ambiente que hace pensar en el fin del mundo.
A la playa no se puede llegar directamente en coche y el acceso no es fácil: hay que bajar por una escalerilla que se interrumpe poco antes del final, que se completa sujetándose a una cuerda. Aunque sin servicios, es una playa que se considera segura, con oleaje moderado y donde a menudo se practica el nudismo, lo que la hace aún más interesante.
