En estos tiempos en los que la globalización ha aumentado las idas y venidas de ciudadanos de un país a otro, es frecuente que las personas quieran llevarse sus coches fuera de España. Por razones laborales o personales hay ciudadanos que deciden vivir varios meses o definitivamente en el exterior. Y deciden llevar sus vehículos.
Ocurre lo mismo con los estudiantes que, como parte de programas que implican intercambios, cursarán estudios en otros países. Las personas sienten que el coche les da autonomía e independencia y, si no es posible comprar uno en el país de destino, optan por trasladar el suyo propio.
¿Hay que hacer algún trámite para trasladar el coche a otro país?
Dependerá del tiempo de permanencia del vehículo en el país al que se traslada. Cuando el traslado del coche será por poco tiempo, estancias cortas o viajes dentro de la UE, no es necesario realizar ningún trámite especial para poder circular con él. Solo se requiere tener la documentación al día y el seguro en regla.
En caso de que se traslade fuera del espacio comunitario, es aconsejable consultar con el consulado del país de destino para saber si se exige algún documento especial. La situación es diferente si el traslado es definitivo o por un período prolongado. En este caso es necesario realizar una serie de trámites administrativos que aseguren la legalidad del proceso, tanto en España como en el país al que se dirige el vehículo.
La DGT ha elaborado una guía para que el propietario de un vehículo pueda gestionar el traslado. Es un proceso de exportación mediante el cual el vehículo que estaba regulado por la normativa española es dado de baja en España. A partir del ingreso legal a su destino, el coche queda bajo la órbita de las regulaciones en su nuevo lugar de residencia.
¿Cuál es el paso a paso para gestionar el traslado definitivo de un coche desde España a otro país?
El primer paso es observar la titularidad del vehículo. Si no está a nombre del propietario actual deberá realizar el cambio de titularidad antes de iniciar el traslado. También hay que cerciorarse que el vehículo no tiene un precinto de medida cautelar que haya sido ordenada por un organismo público que impida circular en él o venderlo. Si todo está en regla y no existen cargas financieras adeudadas, se puede iniciar el trámite.
La solicitud de traslado puede realizarse online o en forma presencial. En ambos casos se debe acreditar la titularidad del vehículo y tener toda la documentación española al día. El titular debe tener documento oficial DNI o permiso de conductor español. La ITV debe estar en vigor. También se debe pagar una tasa 4.1, que es de aproximadamente 8,67 euros. En caso de que se tramite online, se debe contar con DNI electrónico, Cl@ave o Certificado Digital.
Con todo en regla, se presenta la solicitud de exportación del vehículo a la Dirección General de Tráfico en España. Esto implica solicitar la baja definitiva, con lo que el vehículo dejará de estar registrado en España.
Esta baja permitirá que se dé de alta y se matricule en otro país. Una vez que ingresa al país de destino, la persona tiene un mes de plazo para gestionar el traslado de su vehículo. En algunos casos puede ser obligatorio contratar un seguro en el país de destino y adaptar el coche a las normas técnicas locales si hay diferencias con la normativa española.
Si el traslado es dentro de la Unión Europea, el proceso suele ser más sencillo. Existe una armonización normativa que facilita las gestiones. Pero siempre es recomendable realizar la consulta en el lugar al que el vehículo se trasladará. En caso de que se desplace a un país fuera de la UE, se deberá consultar la reglamentación pertinente en el consulado. Para conducir el vehículo fuera de España con tranquilidad y sin sorpresas, hay que cumplir con lo que establece la normativa.
