Para las familias que viven en casas y tienen suficiente espacio disponible en techos y paredes, los paneles solares pueden ser una alternativa excelente para reducir la factura de la luz, al tiempo que se aprovecha un recurso de forma amigable con el medio ambiente. Los sistemas de energía fotovoltaica son cada vez más eficientes, e incluso pueden generar beneficios, si tenemos excedentes y lo vertemos en la red eléctrica convencional. Aunque hay casos, como el que se narra a continuación, en los que en vez de ahorrar podemos terminar pagando más.
Instalaron paneles solares y terminaron pagando más
Hace 5 años, una familia polaca decidió invertir en tecnología fotovoltaica como una manera de garantizar el suministro de energía de su vivienda al tiempo que pagaban menos en electricidad. La inversión fue de aproximadamente 7.000 euros, 30.000 zlotis, y calcularon que se amortizaría en menos de 10 años, gracias a lo que iban a ahorrar en facturas.
Era un plan que parecía tener sentido y lógica, pues aprovechas energía del sol para producir electricidad y consumes menos energía de la red local. Pero no fue así, las facturas comenzaron a llegar cada vez más altas, como si estuvieran consumiendo más energía de la red local, y esto sin que se hubiera producido ningún cambio en los hábitos de consumo de la familia.
Intentando entender qué era lo que estaba pasando, o lo que estaban haciendo mal, la familia solicitó un cambio en la facturación, pasándola de semestral a bimestral. Entonces se encontraron con que en tan solo cuatro meses les facturaron 600 euros (2.600 zlotis), más de lo que pagaban anualmente cuando no tenían paneles solares.
“Nos quedamos atónitos. No tenía sentido. la producción seguía siendo alta, y no habíamos cambiado nada en casa”. Porque ese era otro tema, el sistema con paneles solares estaba produciendo energía, pero no se reflejaba ningún ahorro en la energía.
¿Hay una anomalía en el medidor de los paneles solares?
La familia trató de hacer una reclamación e hizo varias llamadas a la compañía eléctrica, sin lograr que esta respondiera a su solicitud de una revisión de la red, para saber qué estaba funcionando mal, porque evidentemente algo debía estar fallando.
“Era como hablar con un muro. Nadie sabía nada, y todos se pasaban la responsabilidad”.
Finalmente, alguien les recomendó solicitar una revisión del medidor hecha por un técnico independiente, pero que tuviera el reconocimiento de la empresa eléctrica. La empresa aceptó, no sin antes advertirles que la revisión del medidor, si el equipo estaba funcionando correctamente, implicaría un pago adicional de 70 euros, unos 300 zlotis.
Para verificar el funcionamiento del equipo, los técnicos del laboratorio independiente reemplazaron el medidor de la vivienda por uno nuevo y la siguiente factura bimestral fue de 140 zlotis, es decir, 32 euros, poco más de un 10% de lo que venían pagando. Era demasiado evidente que el medidor anterior funcionaba mal y la empresa de energía eléctrica así lo reconoció. Poco después, el laboratorio independiente confirmó oficialmente que el medidor desinstalado estaba averiado.
La empresa aceptó recalcular las facturas anteriores teniendo en cuenta las lecturas hechas con el nuevo medidor, con lo que la familia será compensada por los pagos excesivos; y además, ahora saben que no estaban equivocados, y que el problema no era el sistema de paneles solares.
En palabras de la familia: “Fue una lucha larga, pero valió la pena. Ahora sabemos que no estábamos locos, y que el sistema puede fallar”. El creciente uso de paneles solares para reducir los montos de las facturas no ha sido fácil, y ha generado cierta resistencia entre las empresas que administran y venden energía eléctrica. Este es solo un pequeño ejemplo, que afortunadamente se resolvió a favor de los usuarios.