Cuando se habla de okupas, de inmediato pensamos en viejos edificios invadidos, casas que estaban por restaurarse o chalets para pasar las vacaciones que de pronto son ocupados de forma ilegal. Son situaciones que nos obligan a encarar largos procesos judiciales, que no siempre acaban bien.
Pero hay otro tipo de ocupación ilegal que es más común, a la que todos los que poseemos coches estamos expuestos y que no se menciona tanto como debiera, a pesar de ser un problema bastante frecuente. Se trata de la ocupación ilegal de plazas de garaje en edificios, comunidades de vecinos o en aparcamientos privados.
Okupas con coches
Los puestos de estacionamiento son unos de los espacios más codiciados en los centros urbanos, por la sencilla razón de que hay más coches que espacios libres para aparcarlos. Por eso no es raro que regresando de un viaje encontremos nuestra plaza de garaje ocupada por otro vehículo, que puede pertenecer a un vecino o a un desconocido.
Esta ocupación ilegal puede deberse a una situación momentánea (una fiesta o la visita de un familiar), o tratarse de algo más serio, de alguien que ha decidido apoderarse por las malas de nuestro espacio para aparcar el coche.
¿Qué hacer?
Empecemos por lo que no hay que hacer: no perdamos la calma ni asumamos conductas violentas, como dañar los neumáticos o causar otros daños en el vehículo invasor.
Es cierto, molesta que ocupen de forma deliberada nuestro puesto de estacionamiento, aparte de obligarnos a buscar otro lugar para estacionar, lo que no siempre es fácil. Sin embargo, si actuamos de forma violenta podemos complicar la situación aún más, y seremos nosotros los perjudicados.
Si sabemos quién es el dueño del coche, lo mejor es tratar de resolver la situación de forma amistosa: contactarlo y pedirle que retire su coche del espacio, y es probable que allí se solucione el problema. Si no sabemos de quién es el vehículo, podemos dejar una nota en el parabrisas y contactar a los responsables de la comunidad de vecinos, para denunciar la ocupación ilegal.
Es importante no perder la paciencia, ni siquiera cuando nos encontremos ante el evidente hecho de que nuestra plaza de estacionamiento ha sido tomada ilegalmente. En este caso deberemos hacer la denuncia y comenzar un proceso judicial que puede ser muy molesto y tomar varios años, y que en más de un caso no nos va a devolver de inmediato nuestro puesto de estacionamiento.
Problemas de esta “okupación intermitente” y alternativas para resolverlos
Los okupas de plaza de estacionamiento son diferentes de otro tipo de usurpación porque esta es intermitente, los coches van y vienen, y a veces es difícil probar que están ocupando nuestro puesto de forma reiterada y sin autorización.
Una alternativa es documentar el hecho tomando fotografías con hora y fecha o haciendo vídeos, para adjuntar con otras pruebas y documentos, si se va a llevar adelante un proceso judicial.
Se puede presionar a través de la comunidad de vecinos y no descartar la posibilidad de resolver la situación dialogando. Si es inevitable el proceso judicial, conviene saber que normalmente la decisión de los tribunales suele ser a favor de los propietarios.
Otras medidas que podemos tomar
Una de las opciones más convencionales pero efectivas es la de colocar en la entrada de la plaza una barrera de estacionamiento o barra metálica con cerradura.
Es una pequeña inversión que sirve para prevenir muchos problemas y disgustos. Aunque en muchos casos se necesita la autorización de la comunidad de vecinos, lo que no siempre es fácil.
Y por último, no debemos olvidar que intentar resolver la situación mediante la violencia o de medidas de fuerza, como utilizar una grúa para mover el coche invasor, solo nos va a traer más problemas. Siempre hay que apostar por la vía pacífica para resolver esta clase de situaciones.
