Los residuos siempre son motivo de preocupación. Representan un reto importante para los ayuntamientos, tanto a nivel medioambiental como económico. La saturación de los vertederos y la falta de espacio es uno de los motivos. Si bien se han instalado plantas de reciclaje, son insuficientes y no solucionan el problema.
Además, la gestión de residuos desde la recolección hasta la eliminación es muy costosa, y muchos ayuntamientos tienen dificultades para solventarla. A esto se suma la falta de conciencia y participación ciudadana, que no se acostumbra a reutilizar, reciclar y reducir los residuos domiciliarios.
Con la idea de que el que contamina debe pagar, y siguiendo los acuerdos de la UE, se ha establecido un impuesto a la basura que en España comenzará a aplicarse en abril del 2025.
¿Cuál es el objetivo del impuesto a los residuos?
La Ley 7/2022 se aplica en España con el plan de sostenibilidad de la UE que obliga a sus estados miembros. Tiene por objeto regular la prevención y reducción de la generación de residuos para disminuir los impactos negativos.
El fin último es proteger el medio ambiente y la salud humana y fomentar el tránsito hacia una economía circular y baja en carbono. La ley se aplica a todo tipo de residuos, con algunas excepciones como los radiactivos, las materias fecales, los materiales explosivos, entre otros.
El artículo 11 de la ley mencionada tiene impacto en todos los ciudadanos, y, por eso es de especial interés. En él se establece que los costes surgidos por la gestión de los residuos tendrán que ser pagados por el productor inicial de los mismos.
Impuesto a los residuos
En el marco de la ley 7/22 se crea el impuesto sobre el depósito de residuos en vertederos y la incineración de residuos. La finalidad de este impuesto es fomentar la prevención y la reducción de la basura.
Si bien la ley fue promulgada en el 2022, se dio un plazo de tres años a los municipios de 5.000 o más habitantes para aplicar el nuevo impuesto. Y este plazo vence en abril de 2025. Así que, todos a pagar.
Hay municipios que ya lo tienen instalado. Es el caso de Madrid, que lo ha incluido en el Impuesto de los Bienes Inmuebles. En Barcelona, por ejemplo, también se cobra, en función de la cantidad de agua que consume cada vivienda.
Otros municipios tienen que ponerlo en marcha en el plazo estipulado, lo que probablemente generará controversias y reclamos. La gran discusión está en que, para cumplir cabalmente con la ley, es necesario aplicar el principio de pago por generación y no una tasa fija obligatoria. Sin embargo, no se ha encontrado la forma de instrumentar esta modalidad.
Los plásticos en la mira de la UE
Nadie duda de que el plástico es uno de los principales causantes de la contaminación ambiental. Su presencia masiva en el entorno está generando una crisis ecológica global.
En el año 2020 el plástico representó el 75,9% de os residuos registrados en las playas. El impacto en la flora y fauna marinas es abrumador. La ley pretende minimizar la llegada al mar de residuos plásticos.
¿Cuánto se paga de impuesto a los residuos?
Las tasas del impuesto son desiguales, ya que cada municipio las establece de acuerdo a su realidad. En algunas ciudades el tipo de vivienda es un factor determinante.
En 2024 el coste promedio anual fue de aproximadamente 84 euros. La diversidad es asombrosa. Por ejemplo, las tasas superan los 140 euros en Barcelona, San Sebastián, Gerona y Pamplona. En cambio, no llegan a 30 euros en Soria o Alicante.
Es de esperar que los municipios unifiquen criterios. Aunque si consiguen acuerdos, probablemente provocarán un alza en los que pagan menos.
