La tecnología de los radares en el tráfico no deja de sorprender a la gente. Actualmente ofrecen posibilidades que resultaban casi inimaginables. Ya ha dejado de ser noticia el control de la velocidad instantánea o media en tramos de los vehículos.
Es cierto que los radares tradicionales siguen siendo muy útiles para que la DGT cumpla su función de persuasión, y especialmente de sanción. La velocidad no ha dejado de ser una causa importante de accidentes de tráfico. Por tanto, estos radares de velocidad continúan presentes en las rutas españolas. Sin embargo, las estadísticas muestran que hay otra causa de accidentes que ha pasado a ocupar el primer lugar en la lista de generadora de accidentes mortales: el uso del teléfono móvil.
La causa número 1 de accidentes mortales en España es el uso del teléfono móvil
Los accidentes de tráfico mortales o muy graves en los que el conductor atiende a su teléfono móvil son más numerosos que los provocados por exceso de velocidad o por consumo de alcohol. La distracción que provoca el móvil, que el conductor no suele considerar peligrosa, puede ser evidente causa de muerte en el tráfico. Esta es una realidad que ha irrumpido con fuerza en las calles y carreteras.
A simple vista, para quienes no conocen de tecnología, parece muy difícil detectar cuándo un conductor usa su teléfono móvil mientras conduce. Sin embargo, la entidad responsable del tráfico ha encontrado el sistema para lograrlo. Se trata de un radar que vigila qué hace el conductor con las manos mientras circula. Es un nuevo sistema de vigilancia que no controla la velocidad sino las manos de quien está al volante del vehículo.
¿Qué controla el nuevo radar de la DGT?
El nuevo tipo de radar, que ya está en uso en España, permite detectar automáticamente si los conductores están usando su móvil u otro dispositivo móvil mientras conducen. El centro de atención es la distracción al volante. La herramienta integra cámaras de alta resolución, que están equipadas con algoritmos de inteligencia artificial.
Están programados para identificar patrones corporales de las personas. Por eso, reconocen si el conductor está sujetando el móvil, si tiene las manos fuera del volante, si está manipulando otros objetos, como tabletas.
Estos nuevos dispositivos se ubican en pórticos y postes altos en las rutas. También se han usado en drones y en los helicópteros Pegasus. Las cámaras capturan imágenes del interior del vehículo. No importa lo alta que sea la velocidad a la que circula, la precisión y nitidez de las imágenes es excelente. No tienen luces ni señales que adviertan al conductor de su presencia, por lo tanto es casi imposible detectarlas en las carreteras.
¿Cuándo toma la cámara la foto de un vehículo?
La captura de imágenes es permanente, para que ningún vehículo escape del control. Estas fotos se analizan con la inteligencia artificial integrada con el objetivo de identificar una mano que tenga un teléfono móvil. De esa forma, el dispositivo separa estas imágenes. Envía al centro de control de la DGT aquellas en las que ha detectado un móvil sostenido por una mano y descarta el resto. Allí las fotos son analizadas por los técnicos. Y llegarán las multas a los infractores.
¿Cuál es la multa por usar el móvil al conducir?
La multa por tener el móvil en la mano mientras se conduce es de 200 euros. Además, se retiran 6 puntos del carnet. De nada valdrán las excusas de que no se estaba escribiendo ni leyendo mensaje alguno o que se estaba operando en el GPS. El móvil en la mano es razón suficiente para la sanción.
Más allá del dinero, que para muchos no es un problema, la pérdida de la mitad del total de puntos del permiso de conducir es una clara señal del énfasis de la DGT en esta infracción. Si ya se han perdido puntos por otras razones, puede implicar la retirada de la licencia. El radar de manos no es culpable de las sanciones. Solo muestra una realidad que no debería ocurrir.
