La primera ola de calor de este año ya ha dejado un buen número de víctimas, y ha marcado récord de temperaturas cuando apenas está comenzando el verano. Y todo ello sin darnos tiempo para irnos adaptando ni tomar medidas que hagan más llevadero el calor. No es broma, la AEMET confirmó que este junio fue el más caluroso registrado en España en más de 30 años.
Es una situación avisada por la AEMET, que invita a buscar los sitios más frescos de la casa para dormir, hacerlo con el menor número de prendas de vestir encima, en espacios como techos, terrazas y jardines, o con las ventanas abiertas. Esto último, que parece tener mucho sentido en esta época del año, de acuerdo con algunos expertos, podría ser un error.
¿Cómo va a ser mejor dormir en verano con las ventanas cerradas?
Para cualquier persona en el mundo, lo más razonable que podemos hacer cuando hace mucho calor y no disponemos de aire acondicionado, es abrir todas las ventanas, para que haya circulación de aire y el aire caliente salga. Sin embargo, hay un grupo de expertos que recomiendan lo contrario, es decir, mantenerlas cerradas, sobre todo en entornos urbanos, y la razón nada tiene que ver con el calor.
Un grupo de investigadores de la Universidad Johannes Gutenberg, de Maguncia, en Alemania, publicó un estudio en el que afirman que dormir con las ventanas abiertas en zonas urbanas, cerca de calles o avenidas con mucho tráfico, puede ser perjudicial para la salud. El ruido continuo afecta nuestro organismo, haciendo que aumente la producción de una hormona conocida como cortisol, que es también popularmente célebre con otro nombre: hormona del estrés.
El aumento de cortisol puede causar trastornos del sueño, dificultad para conciliarlo o para dormir profundamente, y afectar nuestra salud mental y física, pues también puede debilitar el sistema inmunológico, haciéndonos más vulnerables a las enfermedades.
¿Qué hacer con el calor, entonces?
Si es nuestro caso, si vivimos en una zona urbana y hay mucho ruido durante la noche, la recomendación es dejar las ventanas cerradas y buscar otras alternativas para atenuar la sensación de calor. Una de ellas, si no tenemos aire acondicionado, es colocar una bandeja o un envase con agua y hielo delante del ventilador, para enfriar el aire que va a llegar a nuestro cuerpo. También se puede hacer colocando en la parte delantera del ventilador una toalla húmeda.
Otra medida es cubrir la cama con una sábana húmeda, para que el cuerpo se sienta fresco al acostarse; hay que colocar un protector al colchón, para evitar que la humedad lo penetre, y la sábana no debe estar muy mojada, solo lo suficiente para refrescar.
Otras recomendaciones
Podemos tomar duchas poco antes de dormir, hay quienes recomiendan hacerlo con agua tibia, para estar más frescos al acostarnos; dormir solos (para evitar el roce corporal), evitar cenas pesadas (comer ensaladas, frutas frescas y alimentos ligeros), y no consumir alcohol durante la noche, para evitar la deshidratación.
También es importante tomar medidas para mantener la casa lo más fresca posible, como bajar las persianas o correr las cortinas durante las horas más calientes o de mayor radiación solar. Estas recomendaciones también pueden ser útiles para aquellos que tienen aire acondicionado, pues no se puede tener el equipo encendido todo el tiempo, si no queremos recibir facturas de electricidad más altas.
Algo implícito en este estudio es que, si vivimos en zonas rurales o muy tranquilas, sí podemos abrir las ventanas para aprovechar la brisa y favorecer la salida del aire caliente. En definitiva, todas estas ideas nos van a servir para llevar un poco mejor las altas temperaturas veraniegas.
