Todos o casi todos hemos sido víctimas de lo que podríamos llamar micro accidentes, pequeños golpes en la carrocería causados por bicicletas, carritos de supermercados o, una de las causas más comunes en aparcamientos, por los bordes de la puerta de otro coche. En los estacionamientos, el espacio destinado para cada coche a veces está demasiado ajustado a las dimensiones de los vehículos para aprovechar mejor cada metro cuadrado, por lo que las puertas de los coches a menudo no se pueden abrir por completo. Por consiguiente, basta un pequeño descuido para que terminemos dejando una pequeña marca en el vehículo que se encuentra aparcado a nuestro lado, o viceversa.
Muchos conductores, para evitar estos micro accidentes, llevan a cabo una maniobra que es aparcar de manera tal que el coche ocupe dos plazas, o colocado encima de la línea de separación, inhabilitando el puesto de al lado. De este modo se evita que otro conductor ocupe esta plaza y golpee el coche al entrar o salir del suyo. Parece una estrategia inteligente, pero la DGT no lo ve así, lo considera una infracción y la penalización incluye desde multas hasta pérdida de puntos.
Las multas por ocupar más espacio del que nos corresponde
Aunque el parking tenga muchas plazas libres cuando aparcamos, eso no nos da derecho a ocupar más de un puesto, pues la demanda de espacio puede aumentar de un momento a otro. Realmente estamos realizando una acción que perjudica a los propietarios, si se trata de un parking privado, o a los comerciantes y profesionales en general si se trata de un aparcamiento en un centro o zona comercial, y a otros conductores que se ven obligados a buscar otro lugar donde aparcar.
La DGT multa esta práctica con 80 y 100 euros cuando la considera una infracción leve, pero puede llegar a los 200 si el agente que pone la infracción considera que hay razones para calificarla como grave. En estos últimos casos puede implicar también la pérdida de varios puntos en el carnet de conducir.
Algunas recomendaciones
En los últimos meses, la DGT ha hecho énfasis en esta clase de sanciones para obligar a los conductores a hacer un uso más eficiente de las plazas para aparcar. Es importante, en el momento de estacionar en un parking con las plazas delimitadas con líneas, hacerlo de manera tal que al abrir la puerta podamos salir cómodamente del coche. Y ello sin aproximar el borde de la misma al coche vecino, y si los puestos a ambos lados están libres estacionar de tal manera que quedemos equidistantes de ambas líneas. Es una operación que a lo sumo puede llevarnos un minuto más, y podemos ahorrarnos muchos disgustos.
Otra alternativa incluye estirar las piernas y hacer un poco de ejercicio: en los parkings de los centros comerciales, los coches se concentran en las plazas que están cerca de las salidas, así que solo hay que buscar los puestos que se encuentran en los puntos más alejados para aparcar cómodamente y evitar posibles golpes en la carrocería.
Al estacionar en la calle o en un estacionamiento público, hay que dejar un espacio mínimo para poder salir sin problema, pero no ocupar tanto como para impedir que otro coche use la plaza que se encuentra delante o detrás de nuestro coche. Si hay marcas para delimitar el espacio que podemos utilizar, hay que respetarlas, y también es importante conocer las disposiciones locales de estacionamiento (si no nos encontramos en nuestra zona habitual), pues puede haber disposiciones sobre el horario o sobre el tipo de vehículos que pueden estacionar.
