La preocupación por la estética, por mantener una apariencia joven y evitar los signos del envejecimiento es una cuestión que manifiesta un importante sector de la población. Es propia de estos tiempos la importancia significativa que el cabello ha adquirido en la estética. Es considerado un elemento clave en la imagen personal y en la identidad.
Esta valoración tiene una raíz histórica. El cabello ha sido símbolo de estatus, de belleza y de pertenencia a determinados grupos sociales. Y si bien en la actualidad las razones han cambiado, lo cierto es que el cabello juega un papel muy relevante.
Aunque durante mucho tiempo el hombre se mantenía al margen de este interés en su cabello, y eran las mujeres las pendientes de sus melenas y cortes, en el presente ya no hay diferencias.
Las redes sociales han contribuido a esta valoración, pues es frecuente encontrar ideales de belleza de hombres y mujeres cuyo rasgo destacado es un cabello perfecto, abundante y cuidado.
La realidad muestra que el cabello es un componente esencial en la construcción de una imagen de mujeres y de hombres. Y, por lo tanto, es una tendencia generalizada darle mucha atención y dedicación.
¿Qué pasa cuando el cabello se debilita?
El debilitamiento del cabello suele alarmar a quienes lo padecen. Y no es para menos. La persona observa que día a día su cabello es más fino, tiene menos brillo y fuerza, e incluso que al peinarse se desprenden cabellos con gran facilidad.
Hay muchos factores que pueden afectar la salud capilar. Uno de los principales es la genética, ya que hay condiciones hereditarias que influyen. El debilitamiento también puede deberse al estrés, a la mala alimentación, a la deficiencia de vitaminas A y D, de hierro, a factores hormonales. Por supuesto que el envejecimiento también afecta.
¿Se puede contrarrestar el debilitamiento del cabello?
El desarrollo de la peluquería científica ha mostrado que es posible tomar medidas para evitar el debilitamiento del cabello y para fortalecerlo. Las investigaciones científicas unidas a los conocimientos y experiencias de los peluqueros han desarrollado métodos para mejorar el crecimiento del cabello.
Una medida que resulta muy efectiva es activar la circulación capilar. La circulación en el cuero cabelludo es clave para el fortalecimiento del cabello. El cepillado y los masajes diarios durante tres o cuatro minutos aumentan el flujo sanguíneo, y de esta manera los folículos pilosos se oxigenan y nutren mejor.
El aceite de coco y el aceite de ricino también mejoran la circulación sanguínea en el cuero cabelludo y estimulan el crecimiento del cabello. Una buena técnica consiste en masajear el cuero cabelludo con uno de estos aceites y dejarlo actuar varias horas antes de lavarlo.
Estos masajes se favorecen si se rocía el cuero cabelludo con agua de romero. La terapia con láser y con luz roja también resultan muy efectivas. Estimulan y rejuvenecen las células débiles y se logra el crecimiento del cabello nuevo.
Una dieta saludable influye en la recuperación del cabello
Estos métodos externos son muy útiles, pero la alimentación también es clave. Una dieta adecuada es fundamental, porque los nutrientes tienen un impacto directo en la salud capilar.
Es importante consumir alimentos ricos en vitaminas, minerales, omega 3. Las vitaminas del complejo B son esenciales, especialmente la B7 y la B12. Y, por supuesto, la vitamina C es básica para la salud general del organismo, incluyendo la capilar.
Por otro lado, el trato que se hace al cabello al lavarlo y peinarlo también produce efectos. Los productos químicos muy agresivos, el uso continuado de calor de planchas, secadores, rizadores, puede volverlo quebradizo y propenso a caerse.
Con paciencia y dedicando tiempo, es posible revertir el debilitamiento del cabello de forma natural en casa y sin grandes gastos.
