Los delitos a través de internet, los tipos de estafa que implican cierta participación más o menos voluntaria de las víctimas, juegan con la curiosidad y con la psicología de cada uno de nosotros. En pocas décadas pasamos de supuestamente haber ganado una lotería en Australia en la que no participamos, o de haber sido incluidos en la herencia de un príncipe nigeriano, a recibir avisos más o menos creíbles de nuestro banco. O bien, de falsos avisos de la DGT sobre multas que debemos pagar urgentemente. Inicialmente iban por nuestro dinero y ahora van por nuestros datos personales y financieros.
“Vota por mi hijo en este concurso”
Cuando un amigo nos solicita un favor, que no lleva consigo ningún desembolso, no dudamos en responder de inmediato, y es allí donde puede estar en parte la efectividad de esta nueva forma de estafa a través de las plataformas de mensajería o de las redes sociales. Vamos a recibir un mensaje por WhatsApp de un amigo, de un compañero de trabajo o de alguien que conocemos, contándonos que su hijo está participando en un concurso para obtener una beca o alguna clase de premio, y solo nos piden que dediquemos un par de minutos para ayudarlo a ganar. Y si somos buenas personas seguro lo vamos a hacer.
Además, no parece nada del otro mundo: solo hay que pulsar un enlace que nos va a llevar a una página, posiblemente falsa, donde vamos a “votar”, aunque antes van a pedir que registremos nuestro teléfono, y nos van a solicitar un código de verificación. Ya aquí estamos en plena estafa.
El robo de datos como objetivo
Aunque va a intentar hacernos creer que el código de verificación es para validar nuestro “voto”, la verdad es que le estaremos dando acceso a nuestro WhatsApp y a toda la información que tengamos allí: fotografías, lista de contactos, datos personales. Los estafadores pueden usar nuestros datos para hacerse pasar por nosotros y contactar a amigos y conocidos que están en nuestra lista de contactos, con mensajes solicitando dinero utilizando nuestra cuenta directamente.
En esta fase se vuelve a una estafa que ya es tradicional en las redes: simplemente se van a hacer pasar por nosotros para pedir pequeñas cantidades de dinero, y es probable que más de un amigo o familiar caiga. Y por otro lado pueden utilizar la información de nuestro WhatsApp para seguir con el cuento del “vota por mi hijo”.
No se trata de algo que está sucediendo en Estados Unidos o lejos de nosotros (aunque el concepto de lo que está lejos o cerca ya no tiene sentido en un mundo donde podemos ser estafados o hackeados desde la India o Rusia). Ya se han podido detectar varios dominios fraudulentos que utilizan esta modalidad aquí en España.
Una empresa que se dedica a investigar y detectar fraudes digitales, y a desarrollar tecnologías de seguridad informática, Bitdefender, ha detectado más de 200 dominios fraudulentos y 550 URL en países como España, Rumania y Polonia que se están dedicando a este tipo de estafa.
A veces no “votar” es la mejor opción
Una de las principales medidas para evitar caer en este tipo de estafas es mantenerse informado y prestar atención a las advertencias de seguridad que regularmente emiten varias plataformas y aplicaciones. Cuando nos llegue un mensaje de esta clase, es recomendable no pulsar ningún enlace, no “votar por su hijo” y, si es posible, contactar al amigo o conocido para avisar que están utilizando su nombre y posiblemente también su red social.
No debemos proporcionar información que pueda comprometer la seguridad de nuestra red ni hacer clic en enlaces sospechosos. Es importante denunciar los intentos de estafa, para que los organismos que se encargan de la ciberseguridad les puedan hacer seguimiento.
