Las dificultades para conciliar el sueño y el insomnio se han convertido en un problema creciente en la población actual. Es un mal que afecta la calidad de vida y la salud de millones de personas en todo el mundo.
A quienes padecen este trastorno del sueño, les cuesta dormirse o mantener el sueño profundo. La persona se despierta frecuentemente y cuando llega la hora de levantarse tiene la sensación de que no ha descansado lo suficiente.
Factores como el estrés, la ansiedad, el uso excesivo de dispositivos electrónicos, los estilos de vida acelerados, se consideran las causas de estos trastornos del sueño en las últimas décadas.
Lo cierto es que la falta del descanso adecuado puede desencadenar problemas de salud, alteraciones del estado de ánimo incluyendo la depresión y la ansiedad. Se afecta el rendimiento en las actividades diarias. Por lo tanto, tiene implicaciones en el trabajo y en la vida cotidiana.
Para combatirlo y dormir sin trastornos, algunas personas toman medicamentos. Otras optan por tilas o infusiones de hierbas que se considera que favorecen el relax y el sueño.
Los partidarios de la apiterapia han descubierto que la miel de abeja, que tiene propiedades muy beneficiosas para el organismo, también favorece el sueño y el descanso.
¿Qué contiene la miel que hace que sea buena para dormir mejor?
Su efectividad se debe a su composición rica en compuestos que favorecen la relajación y la regulación de los ciclos del sueño. Contiene triptófano, un aminoácido que estimula la serotonina, un neurotransmisor que contribuye a la sensación de bienestar. A su vez la serotonina se convierte en melatonina, la hormona responsable de regular el sueño.
El consumo de miel antes de dormir también ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre durante la noche. Esto evita que el organismo active mecanismos de alerta que pueden interrumpir el descanso.
También relaja el sistema nervioso y reduce el estrés, por lo que produce calma antes del sueño.
¿Qué cantidad de miel hace falta tomar para dormir mejor?
Lo primero que hay que saber es que la miel debe consumirse en su justa medida. La cantidad de miel puede variar según cada persona, pero en general una pequeña porción es suficiente para obtener sus beneficios.
No hay que olvidar que la miel aporta azúcares, por lo tanto si se abusa de su consumo pueden surgir otros problemas. Además, el exceso de azúcar antes de dormir podría tener el efecto contrario y generar una subida de energía que interferiría en el descanso.
La cantidad diaria recomendada es unos 10 ml, que equivalen a una cucharadita. Esta cantidad es suficiente para lograr el efecto anti insomnio. Con esa dosis basta para estimular la producción de melatonina y para que el sistema nervioso se relaje.
¿Cómo tomar la miel para que ayude a dormir?
Se recomienda consumir la miel en la noche, un rato antes de dormir. Se puede tomar sola, directamente de la cuchara, o mezclada con agua y limón. También tiene buen efecto integrarla a alguna infusión relajante, como manzanilla, valeriana o tila, que también promueven el descanso. En estas mezclas actúa como potenciadora con muy buenos resultados.
Hay personas que la diluyen en un vaso de leche tibia. La leche también tiene triptófano y actúa en la producción de melatonina, la hormona del sueño. Y si se quiere variar el sabor, se la puede combinar con canela, lavanda, jengibre.
Independientemente de la forma de consumo, lo importante es que la miel ingrese al organismo para que puede producir todos sus efectos benéficos. Si se consume todas las noches, la miel contribuirá a crear un hábito nocturno que ayude al cuerpo a relajarse antes de dormir.