Imagina una isla volcánica habitada por frutas de diferentes partes del mundo, con nombres tan curiosos como Gazpacho, Pincho y Mochilo, que viven una serie de aventuras junto a una niña llamada Kumba. Si fuiste niña o niño a principios de los 90, o ya eras adolescente, simplemente estás recordando una exitosa serie española: Los Fruittis.
Esta serie de animación para niños fue producida y dirigida por Antoni D’Ocon en 1989 y salió al aire al año siguiente. Los personajes se hicieron populares entre los niños españoles, y a la serie le fue muy bien en otros países, siendo doblada a diferentes idiomas, el árabe entre ellos.
Moc moc: cuando una piña casi se pierde en la traducción
Si fuimos niños durante la última década del siglo pasado, es probable que ya tengamos la pegajosa melodía de Los Fruittis en la cabeza (“Pincho, Mochilo y Gazpacho, vaya trío”), y veamos a una niña seguida por un plátano, una piña y un higo chumbo. Son, en ese orden: Kumba, Mochilo, Gazpacho y Pincho. Las frutas viven en paz en una isla que comienza a agitarse debido a que el volcán entra en actividad, y esto hace que las frutas se aventuren a buscar un nuevo lugar donde vivir.
En estas aventuras, las tres frutas encuentran a Kumba, y todas las historias, más de 90 episodios transmitidos entre 1990 y 1992, girarán en torno a este simpático grupo, destacando la figura de Gazpacho, una piña que cuando se entusiasma o se lanza a la acción exclama “¡Moc moc!”.
“Moc moc” fue una muletilla que los creadores y productores de la serie adosaron al personaje de Gazpacho y que se hizo muy popular entre los niños españoles. Pero esta serie también sería seguida por niños de otros países y culturas, entre ellos los países árabes, donde esta expresión terminó convirtiéndose en un problema.
Moc moc no: qué pasó con los Fruittis
La expresión gustó al equipo por su sonoridad y porque este latiguillo daba un toque especial al personaje de Gazpacho, pero no tenía ningún significado en particular, no en español. La serie comenzó a comercializarse en el exterior, y fue cuando llegó a estaciones de televisión en países árabes cuando surgió el problema.
La expresión de Gazpacho es muy parecida a un insulto extremadamente vulgar, que hace alusión a la madre del que se ofende, en varias formas dialectales del árabe, lo que iba a hacer que la transmisión de esta inocente serie fuera prohibida, a menos que se hicieran cambios urgentes. Y esto fue lo que hicieron los productores de Los Fruittis para evitar un choque cultural que, además, podía empañar el éxito y la internacionalización de la serie.
Revisaron horas y horas de animación para localizar los momentos en los que Gazpacho decía “moc moc”, y reemplazarla por otra expresión más inocua, y de este modo la serie se pudo transmitir sin problemas en los países de lengua árabe. Fue una actividad de redoblaje verdaderamente heroica, pues no existía aún la avanzada tecnología digital que se utiliza actualmente en las series de animación, que además creó una versión de Los Fruittis en gran medida diferente para los países de cultura árabe.
Esta anécdota quizás sirva para que hagamos una nueva visita a los capítulos de esta serie y escuchar ahora de otra manera las expresiones de euforia de esta divertida piña. También es una excelente oportunidad para mostrar a hijos y nietos este conjunto de personajes extravagantes que tantas alegrías y momentos de suave emoción nos proporcionaron. Es probable que no quieran verla o les parezca demasiado inocente, pero ahora tenemos un nuevo motivo para volver a ella, y para darnos una vuelta por los recuerdos de infancia.
