El robo de partes de vehículos está muy extendido en España. Los delincuentes se van especializando y ahora prefieren hurtar componentes en lugar de coches enteros. Menos riesgos operativos y también menos sanciones penales si los descubren, son algunos de los motivos del cambio de preferencias. Además, los componentes ofrecen mayor rentabilidad y menor tiempo de espera.
También hay cambios en las partes que más atraen a los ladrones. Durante mucho tiempo se llevaban las ruedas, los espejos, los sistemas de audio. Era bastante frecuente que cuando el coche pasaba la noche o muchas horas estacionado en la calle, el conductor lo encontrara sin alguna rueda o sin las cuatro. Parabrisas rotos, puertas forzadas, falta de retrovisores y de radios, eran las consecuencias de las acciones de los vándalos. En el mercado negro comercializaban esas partes, favorecidos por talleres mecánicos y personas particulares que se los compraban a menor precio que en las tiendas legales.
Pero los tiempos cambian, y los ladrones se actualizan. Atentos a las innovaciones en los sistemas de los coches modernos, descubren partes que, con menos esfuerzo y tiempo, les permiten más ganancias. Ahora el foco está en los catalizadores.
¿Por qué los ladrones eligen robar catalizadores?
Los catalizadores son componentes esenciales del sistema de escape. Están diseñados para reducir las emisiones contaminantes. El núcleo está formado por un soporte de cerámica o de metal que tiene forma de malla. Esta parte está recubierta por una capa en la que se encuentran los metales preciosos.
Los metales preciosos son tres: platino, paladio y rodio. Ese es el punto de mira de los ladrones cuando se roban el catalizador. El gramo de platino tiene un valor aproximado a los 40 €, el de paladio unos 60 € y el de rodio llega a los 800 €. Si bien cada catalizador tiene unos pocos miligramos de estos metales, su alto valor económico y su escasez natural ha generado la existencia de un mercado negro que traspasa las fronteras nacionales.
¿Cómo se da cuenta el conductor que le han robado el catalizador de su vehículo?
El coche al que le ha sido sustraído el catalizador puede funcionar. Pero al encender el motor, el conductor percibirá que algo extraño ocurre. El vehículo arranca y se mueve, pero la falta del catalizador altera el sistema del escape. Produce ruido excesivo y aumenta las emisiones. En los vehículos modernos, si el sistema falla se enciende la luz testigo de avería en el tablero. Circular mucho tiempo sin catalizador puede dañar otros componentes del escapa y afectar el rendimiento del motor.
¿Cómo evitar el robo del catalizador del coche?
La ubicación del catalizador hace muy difícil evitar que se lo roben. Es fácilmente accesible desde el exterior del vehículo. En vehículos altos, tipo SUV o furgonetas, basta una sierra pequeña o una herramienta eléctrica de corte para desprenderlo. En otros más bajos, se necesita un gato. Pero en cuestión de dos minutos los delincuentes lo extraen y nadie se da cuenta.
Las medidas de prevención ayudan a reducir el riesgo del robo. Se aconseja estacionar el vehículo en un lugar transitado y bien iluminado. En la medida de lo posible, conviene aparcarlo en un parking vigilado. Evitar dejar el coche en posiciones que eleven el vehículo, porque de esta manera se facilita el trabajo de los ladrones. Los mecánicos sugieren usar tornillos antirrobos en el catalizador. Estos tornillos requieren de un destornillador especial para quitarlos.
Otra sugerencia útil es proteger la pieza con una plancha, malla o jaula de acero para complicar la maniobra de los asaltantes. También puede ayudar a identificar a los ladrones el pintar el catalizador con pintura especial, en lo posible fluorescente, que sea difícil de eliminar. Será más difícil de negociar la venta y podría favorecer las investigaciones policiales.
Las cámaras de seguridad pueden alertar de intentos de robo, si se configuran para que se activen con cualquier movimiento del coche. Más que evitar, estas medidas les complican las cosas a los ladrones.
