El futuro ya está aquí, y el enfrentamiento entre humanos y máquinas ya ha comenzado. Si observamos la servidumbre de la especie ante los dispositivos móviles, quizás concluyamos que la pelea está perdida, pero hay otros frentes abiertos en tiempos más recientes que deberían preocuparnos más: los que tienen que ver con la IA.
La inteligencia artificial llegó poco antes de la pandemia del Covid-19 y en menos de 10 años ha hecho desastres en el entorno laboral, ocupándose de actividades que antes hacían periodistas, traductores, estudiantes de derecho y de carreras humanísticas, y últimamente hasta psicólogos. Aunque hay otro lugar desde donde pueden estar haciendo más daño.
La IA escoge quién trabaja y quién no tendrá una oportunidad
Un director de recursos humanos con más de 20 años de experiencia, recientemente lo ha confirmado: son muchas las empresas que están utilizando la inteligencia artificial para filtrar los currículos y quedarse con aquellos más próximos al perfil que se está buscando para determinado cargo. Lo ha comentado Alejandro Pérez, que el primer lector de los numerosos CV que se envían a oficinas encargadas de contratar personal es una aplicación de IA que descarta los que considera que no responden a las necesidades de la empresa.
¿Qué significa esto? Que podemos ser la persona idónea para el puesto, pero si el currículum no está elaborado de determinada manera, es probable que la IA lo deseche antes de que pueda ser visto por un ser humano. El programa de IA que están utilizando muchas empresas para preseleccionar currículos es ATS (Applicant Tracking System), y actúa como un primer filtro en el que pueden quedar cientos y hasta miles de CV.
¿Qué hacer? Empezar por hablar su lenguaje
Pérez nos cuenta también cuál es el truco para superar esta barrera y lograr que tu currículum llegue a ser considerado por un ser humano: “La oferta de empleo es tu chuleta”. Es simple, hay que utilizar las mismas palabras con las que el personal de RRHH elaboró los términos de la oferta. El ATS escanea nuestro documento y ve si la terminología que utilizamos coincide con la utilizada en la oferta de empleo; si no es así, lo más probable es que descarte nuestro CV.
Entonces, lo que debemos hacer es copiar los términos claves que aparecen en la oferta. por ejemplo, si la empresa está buscando alguien con experiencia en “análisis de productos naturales”, no podemos colocar que tenemos experiencia en la “evaluación de elementos orgánicos”, porque aunque pueda tratarse de lo mismo, la IA no lo va a entender así.
Debemos identificar los términos claves en la descripción del cargo y colocarlos en el currículum utilizando las mismas palabras. Lo mejor es incorporar estos términos y las características solicitadas de forma natural en el CV, que no parezcan forzadas.
La importancia del diseño en los currículos
Actualmente podemos encontrar muchos diseños ingeniosos para presentar un currículum que llame la atención, pero si el primer lector va a ser la IA debemos tener cuidado, porque un formato que no pueda entender seguramente será descartado de inmediato. Hay que eliminar cualquier elemento visual que pueda hacer que ATS ignore secciones enteras del currículum, y apostar por diseños lo más sencillos posibles, utilizando la tipografía convencional (Times New Roman, Arial, Calibri), y usar un formato clásico, como archivo de texto, Word o PDF.
Un último consejo: revisar el currículum de forma exhaustiva antes de enviarlo, de manera que no haya errores que la IA pueda malinterpretar. Y cerramos con la recomendación principal: guiarnos por la oferta de empleo y por la descripción o el perfil del cargo, y utilizar sus propias palabras.
