La ciencia ha demostrado que la dieta mediterránea tiene múltiples beneficios para la salud. Entre ellos destaca la prevención de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, el control de peso, la condición antioxidante, el fortalecimiento del sistema inmunitario. Su impacto en la vida de la gente es tan beneficioso que la UNESCO la ha reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. España posee todas las condiciones para potenciar la dieta mediterránea y generar hábitos de consumir productos que son pilares de este estilo alimentario.
Uno de estos hábitos es el pescado y los mariscos. Sin embargo, aunque tradicionalmente la dieta mediterránea ha sido la base alimentaria en España, se constata una disminución en el consumo de pescado. Esta caída, que se estima en más de un 30% en la última década, es motivada por una combinación de factores, entre los cuales los precios elevados son determinantes. El 51% de los consumidores sienten que el pescado es caro. La gente compra menos pescado y opta por productos más accesibles, como congelados y enlatados.
Se intensifica el movimiento para abaratar este alimento de la dieta mediterránea
En este año, se ha intensificado la petición del sector de distribución y comercialización de pescado para eliminar el IVA sobre los productos pesqueros. El sector pide que por lo menos se aplique la equiparación fiscal con otros alimentos básicos como el aceite de oliva, que a partir de enero tributa al 4% mientras que el pescado está gravado al 10%.
El argumento sobre el que se sostiene esta solicitud es el valor de la dieta mediterránea, en especial del pescado, para la salud de los ciudadanos. Se reconoce que es un alimento esencial, con alto valor nutricional y una muy baja incidencia en la contaminación ambiental. Además, los reclamantes sostienen que hay países como Irlanda, Malta, Reino Unido y Portugal que ya aplican IVA cero o muy reducido al pescado.
Mercadona se suma a la petición de abaratar el pescado
Mercadona se ha sumado a la reclamación de los distribuidores. Juan Roig, presidente de la compañía, ha advertido que la disminución del consumo de pescado es indicio de un cambio de hábitos generacional. A juicio del empresario, se ha producido una desconexión de las generaciones jóvenes con el consumo del pescado. Esta realidad no solo provoca un impacto económico en el sector vinculado a la pesca.
Seguramente, en pocos años se evidenciarán los efectos en la salud, que tendrán consecuencias en los sistemas médicos y en el gasto público. Por su parte, Rafael Piñero, quien se ocupa del sector del pescado en Mercadona, en el congreso “Auténtica Premium Food” realizado en Sevilla, se ha referido a esta reducción fiscal del precio del pescado.
Ha manifestado que, si bien el impacto real en el precio no equivaldría a un ahorro importante para los compradores, tendría buena incidencia en la percepción de los consumidores. El grupo de los distribuidores al que se ha sumado Mercadona ha solicitado una reunión con el gobierno. Reclama explicaciones de por qué no está incluido el pescado en las medidas fiscales saludables.
¿Qué hace Mercadona para fomentar el consumo de pescado además de solicitar baja del precio?
Mercadona siempre está buscando estrategias para revertir situaciones que son negativas tanto para los consumidores como para la empresa. En este sentido, en sus supermercados ha cambiado el modelo de venta del pescado. En lugar de mantener la venta con la atención de un empleado, instala sistemas de libre servicio. Los productos frescos ya están limpios y envasados en bandejas en los refrigeradores. Este cambio permite al cliente acceder directamente al pescado, elegir lo que le conviene. Y con la modificación se han incrementado las ventas.
Además, y para incentivar la cocina con pescado, ha incluido en sus productos códigos QR para que los clientes accedan a recetas y conozcan la trazabilidad de lo que compran. Las reclamaciones crecen, pero hasta ahora no han tenido respuesta.