Se viven tiempos en los que la gente se ha acostumbrado a la comodidad y al bienestar. Para conseguir ambas cosas, las personas se preocupan por llevar al hogar equipamientos que permitan disfrutar de mayor confort. Esta tendencia muestra claramente que la sociedad valora el bienestar de la vida en casa. Los avances tecnológicos han sido claves para estos intereses.
Los desarrolladores de estos dispositivos no dejan de crear sistemas y aparatos que respondan a ese objetivo para satisfacer las demandas de un público ávido de novedades que le permitan mejor vida con menos gasto y esfuerzo.
Esta preocupación está vinculada con la valoración de la calidad de vida para vivir en plenitud. Se siente necesario convertir el hogar en un espacio de descanso, de disfrute y de relajación. Si bien el confort es un concepto que se compone de varios factores, el acondicionamiento térmico es uno de los primeros a los que la gente atiende y que provoca un interés permanente.
Nada se compara con la sensación de placer al llegar a casa y sentir un entorno fresco en verano y tibio en invierno. Es como dejar atrás la jornada de trabajo, de compras y trámites, de sufrir de temperaturas exteriores que se vuelven un castigo.
El invento en la climatización: la nueva forma de climatizar la casa o la oficina
Conociendo el interés que todo el mundo siente por climatizar su hogar, los expertos en sistemas tecnológicos de temperaturas han creado una opción sorprendente: el techo radiante. El techo radiante sirve tanto para refrigeración como para calefacción. Utiliza el techo para irradiar el calor o el frío que permita climatizar una habitación.
Utiliza la radiación térmica que se activa mediante la circulación de agua caliente o fría por tuberías o paneles instalados en el techo. Algunos sistemas funcionan con resistencias eléctricas en lugar de agua. Estas tuberías están integradas a un panel de yeso instalado en el techo.
Cuando se usa para calentar el ambiente, circula agua caliente por las tuberías y el techo se calienta. Cuando se emplea para refrigerar, el agua fría absorbe el calor del ambiente. Toda la superficie del techo se calienta o se enfría y transmite esa temperatura hacia abajo.
¿Qué ventajas tiene el techo radiante?
Es un sistema silencioso, ya que la circulación del agua o las resistencias no producen ruidos. Además, se diferencia de otros mecanismos, como el ventilador, por ejemplo, en que no mueve corrientes de aire que pueden ser molestas y que, en realidad, no enfrían demasiado.
Por su parte, también supera al aire acondicionado tradicional pues no seca el aire. La sequedad que producen los acondicionadores provoca irritación de garganta, resequedad ocular y de la piel, alergias y afecciones respiratorias. Nada de esto ocurre con el techo radiante.
Un rasgo destacado es que proporciona una temperatura uniforme en toda la habitación. Evita que las personas tengan que moverse para encontrar el punto en que se sienten cómodas con la temperatura. Es un sistema altamente eficiente. Energéticamente rinde más que los sistemas tradicionales. Doble beneficio: por un lado, el usuario gasta menos y además se reduce el impacto medioambiental, ya que economiza energía.
¿Sirve para espacios grandes?
El techo radiante es una opción excelente para espacios de todos los tamaños. Pero es especialmente útil en habitaciones grandes, con techos altos, de esas que no se calientan ni enfrían con nada. Pues el techo radiante sí cumple con su función de climatizar estos grandes espacios.
Un aspecto que interesa a los preocupados por el espacio y la estética: no ocupa espacio ni afecta la estética del lugar. No requiere aparatos a la vista, ni cables ni rejillas. Todo está oculto. Además, necesita poco mantenimiento.
¿Desaparecerán definitivamente los ventiladores de aspas? Probablemente en un futuro ya no serán útiles y poco a poco dejarán de existir. Como los dinosaurios…