El hecho de poseer una parcela o terreno para construir nuestra vivienda es uno de los sueños ancestrales de gran parte de la humanidad: tener una vivienda propia construida sobre un terreno propio.
Y es un sueño que puede hacerse realidad si incluimos en él que la casa sea prefabricada, una modalidad de construcción que cada vez tiene un número mayor de seguidores en España, y que puede ser una excelente alternativa si ya tenemos el terreno donde construirla.
¿Qué tipo de suelo tiene nuestra finca?
El primer paso que debemos dar es averiguar cuál es la categoría legal del terreno donde queremos construir, si se trata de suelo urbano, urbanizable o rústico. En los dos primeros casos no hay problema, pero el tercero puede hacerlo todo un poco más complicado y hasta imposible, en algunos casos.
La ley de Suelo y Rehabilitación Urbana (Real Decreto Legislativo 7/2015) califica como suelos rústicos aquellos dedicados a la ganadería y la agricultura, que albergan bosques y plantaciones o están destinados a la protección ambiental.
Los suelos rústicos son de dos tipos: suelo rústico bajo protección especial, protegido, por razones culturales, paisajísticas o ecológicas; y suelo rústico común, destinado a actividades agropecuarias y otras actividades.
Si nuestro terreno es del primer tipo no hay nada que hacer, no podemos construir una casa prefabricada allí. Sin embargo, si se considera suelo rústico común, es posible que podamos construir una vivienda, aunque hay que cumplir con requisitos y limitaciones más estrictas que si construyéramos en suelo urbanizable.
Condiciones que debe tener la parcela para poder construir en ella
Para construir en una parcela donde el suelo es rústico, esta debe tener un tamaño mínimo, que en muchas partes de España es de 10.000 m2. A destacar, que en Ibiza y Mallorca debe ser de 15.000, y en Andalucía de 25.000 m2.
Otras condiciones que se nos pueden exigir: hacer un estudio de impacto ambiental, que la vivienda solo ocupe entre 2% y un 5% de la superficie de la parcela, que el acceso a la parcela sea viable y legal. Junto a ello, que la vivienda tenga capacidad de autogestión (para servicios como luz, agua y saneamiento).
Trámites y pasos para poder construir una casa prefabricada en suelo rústico
Una vez que hayamos cumplido las condiciones anteriores, debemos solicitar un informe urbanístico en el ayuntamiento, realizar un estudio de viabilidad y elaborar el proyecto técnico para solicitar la licencia urbanística.
Y estos son los trámites que debemos llevar a cabo para instalar la casa prefabricada:
- Debemos pagar las tasas e Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).
- Antes de comenzar con la instalación de la casa prefabricada, hay que pagar también el IVA y el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados.
- Hay que pagar el Seguro de Gestión de Residuos y Ocupación de Aceras.
- Hay que tramitar y pagar la Cédula de Habitabilidad, y la licencia de primera ocupación.
- Registrar la casa prefabricada.
Ventajas de construir una casa prefabricada en suelo rústico
Tal y como su nombre lo indica, son viviendas que han sido construidas en otros lugares, fáciles de transportar y de instalar. Actualmente en España existen varios modelos para elegir y en general todos son más baratos que una vivienda convencional.
Las casas prefabricadas son perfectas para suelos rústicos porque generalmente sus dimensiones son inferiores a las que contemplan las normas sobre suelos rústicos, y necesitan una menor inversión en el terreno que la que hace falta para viviendas más grandes y convencionales.
Otra ventaja es que vamos a poder disfrutar de ella en menos tiempo, pues una vez que tengamos todos los permisos y hayamos pagado todos los impuestos, la casa se instala en relativamente poco tiempo.
