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La ciencia lo confirma: esta es la sorprendente relación entre hurgarse la nariz y padecer enfermedades como el Alzheimer

por Paco Magar
1 de mayo de 2025
La ciencia lo confirma: esta es la sorprendente relación entre hurgarse la nariz y padecer enfermedades como el Alzheimer

La ciencia lo confirma: esta es la sorprendente relación entre hurgarse la nariz y padecer enfermedades como el Alzheimer

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Hurgarse la nariz no es precisamente un gesto elegante o socialmente aceptado. En todas las sociedades es un gesto que está mal visto y que solo se consiente en público, o puede parecer gracioso, cuando lo hacen niños pequeños. Pero es una práctica muy extendida entre adultos de todas las edades, aunque se haga a escondidas.

Se considera un gesto de mala educación, pero también puede ser nocivo para la salud e incluso conducir a enfermedades neurológicas como el Alzheimer, tal y como ha probado recientemente una investigación realizada en Australia.

Hombres y ratones

En 2022, un equipo de investigadores de la Universidad de Griffith, Australia, publicó los resultados de un experimento hecho con ratones que apuntaba a una posible relación entre el acto de hurgarse la nariz y la aparición de enfermedades degenerativas, como el Alzheimer.

No, no es que los ratones también se metan el dedo en la nariz cuando nadie los ve, es que hay una bacteria que penetra a través de las vías respiratoria y que ataca a hombres y ratones, Chlamydia pneumoniae. Dicha bacteria como su nombre sugiere puede causar neumonía, pero que también ha sido relacionada con el desarrollo de trastornos de demencia.

Al hurgarnos la nariz destruimos tejido cuya función es precisamente evitar que ingresen al cuerpo este tipo de bacterias. Por otro lado, las bacterias pueden ir directamente en nuestros dedos, pues durante el día estamos en contacto con otros objetos, y nadie se lava las manos antes de meter el dedo en la nariz.

Cómo se relacionan la nariz y el cerebro

Al eliminar la barrera de defensa que se encuentra en la nariz, bacterias como la Chlamydia pneumoniae pueden abrirse camino en nuestro organismo y provocar reacciones bioquímicas que pueden crear condiciones favorables para la aparición del Alzheimer.

En esta dirección apunta otra investigación realizada en Australia, en la Universidad Western Sydney, y publicada en la revista Biomolecules.

Los investigadores de esta universidad revisaron la documentación de otros estudios realizados en los últimos años y concluyeron que sí era posible relacionar el hábito de hurgarse la nariz con esta enfermedad, que afecta a cerca de 55 millones de personas en todo el mundo.

Aunque se han producido grandes avances en el tratamiento del Alzheimer en los últimos años, todavía hay muchos aspectos que se desconocen en torno a los factores que lo causan. Pero su aparición se ha asociado con la presencia de determinados compuestos y proteínas que aparecen en situaciones como la inflamación cerebral.

Riesgos para el cerebro

La inflamación cerebral surge a su vez como una respuesta inmunitaria del organismo ante el ataque de bacterias, hongos y virus. Y allí es donde entra el dedo en la nariz.

El cerebro puede ser afectado por infecciones que llegan a través de la sangre, a causa de una lesión, como una herida o una fractura, o a través de infecciones que comienzan en los oídos, la boca o las fosas nasales.

Los científicos han identificado en pacientes con Alzheimer la presencia de varias bacterias, como la que ya hemos mencionado, el Staphylococcus aureus, el hongo Candida albicans y el virus del herpes simple HSV1, en tejidos cercanos al cerebro, como el de las encías y las fosas nasales.

Tampoco es una novedad que existe una relación muy cercana entre las fosas nasales y el cerebro (algo que se sabe desde tiempo de los antiguos egipcios), y es una cercanía que ha sido confirmada por los investigadores:

“La barrera hematoencefálica en el bulbo olfatorio es relativamente más débil que en otras regiones del cerebro, lo que la hace más susceptible a la infiltración de patógenos”.

La recomendación sigue siendo que hay que dejar de hurgarse la nariz. No solo es inadecuado, sino también peligroso.

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