Internet y la profunda revolución causada por la aparición de los móviles han puesto prácticamente el mundo en nuestro bolsillo. Podemos hacer casi todo a través del móvil, llegar a diferentes partes del mundo y que desde otros lugares del planeta puedan llegar hasta nosotros, no siempre con consecuencias agradables.
Con la llegada de internet y de los dispositivos electrónicos también se han hecho presentes distintas formas de fraudes, engaños y estafas, que ahora se engloban bajo la figura de ciberdelitos, como es el caso del smishing.
El regreso del smishing: no es la DGT
El smishing es una práctica delictiva en el que uno o más ciberdelincuentes envían SMS u otro tipo de mensajes electrónicos haciéndose pasar por instituciones financieras o estatales, con el objetivo de obtener los datos de las potenciales víctimas.
No es una práctica fraudulenta novedosa, pero está de vuelta, tal como está advirtiendo la Guardia Civil, y puede hacer que perdamos hasta 1.600 euros si caemos en su juego.
El modus operandi es el siguiente: los estafadores envían un SMS haciéndose pasar por la DGT, donde nos informan que tenemos una multa sin pagar y nos ofrecen hacer el pago por esta vía, dando nuestros datos personales y bancarios; e incluso nos dicen que si hacemos la operación en las próximas horas nos pueden descontar un 50% de la multa.
Los estafadores nos indican que utilicemos un enlace (que no lleva a ninguna página oficial) y nos piden que llenemos los campos. Con estos datos, los ciberdelincuentes pueden acceder a nuestro crédito o realizar compras y otros gastos usurpando nuestra identidad.
La DGT también colocó en marzo pasado una comunicación en las redes sociales, advirtiendo sobre este tipo de estafa. Su mensaje advierte:
“Nueva oleada de #smishing suplantando a la #DGT. Los ciberdelincuentes comunican vía SMS una supuesta multa para recoger datos de los ciudadanos. ¡Es un fraude! Si lo recibes, ignóralo. Recuerda siempre que la #DGT nunca notifica sanciones vía SMS o correo electrónico”.
En el mismo mensaje se coloca un ejemplo de este tipo de fraude, un mensaje que dice: “Multa por exceso de velocidad DGT (30 km/h) 50 euros, https//dgtes146.click/.es Paga puntualmente para evitar acumulación”.
Cómo detectar que se trata de un fraude
Las recomendaciones de la Guardia Civil y de la Dirección General de Tráfico comienzan por hacer caso omiso de cualquier comunicación de haber cometido una infracción a través de un SMS o del correo electrónico.
La DGT informa a los ciudadanos sobre las multas a través del correo postal o a través de la Dirección Electrónica Vial, DEV.
Y para recibir comunicaciones a través de la DEV debemos habernos dado de alta. Si no lo hemos hecho, debemos poner en duda cualquier comunicación electrónica que recibamos a nombre de la DGT.
Hay que prestar atención a los detalles: si hay errores de ortografía y el diseño luce extraño o inusual, posiblemente se trate de un fraude. Ante la duda, debemos comunicarnos utilizando un número de teléfono oficial, o accediendo a la sede electrónica de la DGT.
Qué hacer cuando somo víctimas de un fraude
A todos nos puede pasar, caímos en la trampa y dimos nuestros datos financieros. En este caso, es importante hacer una captura de pantalla (para tener la evidencia), y comunicarnos con nuestro banco, para que tome las medidas que corresponda.
El siguiente paso es llevar todas las pruebas y poner la denuncia en la Guardia Civil o en la policía, para que se puedan abrir averiguaciones y tal vez capturar a los responsables.
