Adiós a la impunidad: el Gobierno pone el foco sobre este tipo de anuncios y ya se plantea limitarlos

28 de septiembre de 2025
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El Gobierno pone el foco sobre este tipo de anuncios

El problema de la obesidad infantil no es fácil de esconder, lo vemos a diario en escuelas y parques, y también entre nuestros hijos. La oferta de alimentos ultraprocesados, de golosinas y de bebidas con demasiada azúcar rodea y tienta a niñas y niños en todas partes y a todas horas, y los anuncios no ayudan, al contrario.

La presión a través de los diferentes medios y plataformas para que los niños sigan alimentándose mal sigue viento en popa. Y ello a pesar de los intentos que se vienen llevando a cabo en todo el mundo para regular esta publicidad, de las advertencias de la OMS y de las distintas iniciativas llevadas a cabo por distintos gobiernos en España.

Un nuevo intento por regular los anuncios dirigidos a los niños

Recientemente, el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, durante una inspección a un comedor escolar, anunció que se va a proteger a los niños de la publicidad malsana relacionada con alimentos. Y agregó que el siguiente paso, a continuación de la aprobación del Real Decreto de Comedores Escolares Saludables y Sostenibles, será el de “abordar la publicidad de alimentos insanos”.

La declaración completa, hecha durante la visita a un comedor escolar en Albacete: “Ya hemos regulado el derecho a comer saludablemente en los comedores escolares, ahora vamos a proteger a niños y niñas de la publicidad de los alimentos”.

Sin embargo, no adelantó si ya existe un borrador de la ley o si ya está elaborándose; lo que sí han dejado saber desde el Ministerio de Consumo es que probablemente se apoyen en otras iniciativas de países europeos que ya están vigentes, como la de Noruega. En este país en este año comenzó a prohibirse la publicidad de ciertos alimentos para menores de 18 años.

Es posible que también se tome como referencia otra normativa que entrará en vigor en Reino Unido en 2026, que incluye restricciones a la publicidad de alimentos ultraprocesados en determinados horarios, y también limita la publicidad en internet.

Una reglamentación que no ha logrado imponerse

Desde principios del nuevo siglo, hay pruebas de que la publicidad de alimentos con exceso de grasas y azúcares ejerce una terrible influencia entre niños y jóvenes, y está relacionada con el aumento de los casos de obesidad, de diabetes tipo 2, de enfermedades cardiovasculares y hasta de problemas de comportamiento y de falta de concentración.

En 2005, en vez de establecer limitaciones con una Ley, se aprobó el Código de Autorregulación de la Publicidad de Los Alimentos dirigida a Menores, con la que se pretendía que las mismas empresas y agencias de publicidad se autorregularan. Esta norma, conocida como como Código PAOS, se reforzó en 2009, pero obviamente no funcionó.

En 2011 se aprobó la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición, donde se obligaba a actualizar y reforzar el Código PAOS, algo que se hizo en 2012 y que tuvo como novedad la inclusión de los medios digitales en la autorregulación. Y de nuevo tampoco funcionó. En 2021, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, anunció que se llevaría adelante un decreto ley para regular definitivamente la publicidad infantil, y el borrador del decreto hasta llegó a someterse a consulta en noviembre de ese año, pero otra vez terminó en un cajón.

De acuerdo con un informe de la Gasol Foundation, alrededor de un 80% de las niñas, niños y adolescentes son bombardeados regularmente por publicidad de alimentos malsanos. Esperemos que esta vez el Estado y la sociedad civil puedan más que los medios y la industria de alimentos ultraprocesados.

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