Los primeros días de invierno son siempre agradables y bien recibidos; coinciden con las fiestas navideñas y de fin de año, nos permiten sacar la ropa de la nueva estación, que siempre parece un poco más elegante que las del resto del año. Pero luego el frío empieza a darnos algunos golpes desagradables, especialmente en el bolsillo.
Uno de estos golpes es el aumento notable en la factura del gas o de la electricidad, dependiendo del sistema de calefacción que utilicemos en nuestro hogar, que durante el invierno se dispara, causa desequilibrios en el presupuesto o nos obliga a elegir entre endeudarnos o aguantar el frío.
Un gesto sencillo que nos puede ayudar a ahorrar en calefacción
Existen varias recomendaciones para reducir lo más posible el gasto en calefacción, que van desde utilizar sistemas más eficientes y económicos hasta eliminar todas las fugas térmicas antes de que comience el invierno.
Pero hay un gesto muy sencillo con el que podemos bajar el consumo y que muchos españoles desconocen.
Es simple, solo hay que bajar las persianas a partir de las 18:00 horas. Con esta sencilla maniobra podemos evitar que el calor acumulado en la casa durante el día se escape apenas llega la noche, y aprovechar más tiempo este calor residual antes de encender la calefacción.
Las ventanas se consideran los puntos más débiles en una casa cuando se trata de mantener el calor dentro, y no solo porque pueda haber filtraciones o espacios entre el marco y la pared por donde pueda escapar el calor, también por el vidrio.
El cristal se enfría rápidamente al contacto con el frío exterior y absorbe el calor que hay en las habitaciones, haciendo que baje la temperatura y que la calefacción deba trabajar más para compensar la pérdida. Esto sucede incluso cuando la ventana es doble.
Durante el día, la temperatura exterior y la del interior de la vivienda pueden ser relativamente cercanas, pero al caer el sol la temperatura también se viene abajo, y la del exterior se lleva consigo la de nuestra vivienda. Eso sucede a menos que coloquemos una barrera efectiva entre el vidrio y el exterior, que impida la fuga del calor.
La persiana como escudo térmico
Es lógico mantener la persiana recogida durante el día, así aprovechamos la luz natural, que la vivienda se mantenga aireada, y entre parte del calor natural, si no es un día demasiado frío. Pero poco antes de anochecer lo más aconsejable es bajarla, para que la persiana actúe como un escudo térmico.
Al bajar la persiana se crea un colchón de aire entre la ventana y la persiana que evita que el calor escape, sin importar si están elaboradas en aluminio, PVC o son las antiguas persianas de madera.
Otras recomendaciones para reducir el gasto en calefacción
El invierno pone a prueba la eficiencia energética de nuestro hogar y de los equipos que utilizamos para mantenerlo caliente. Además de la persiana, hay otros consejos para reducir el gasto que vale la pena tener en cuenta:
- Invertir en un sistema de calefacción que nos permita mantenerlo apagado en las habitaciones que no se estén utilizando.
- Verificar que no haya puntos de fuga de calor, especialmente en puertas y ventanas. Hay que aislar puertas y ventanas utilizando burletes y alfombras.
- Controlar la temperatura, manteniéndola entre 19° C y 21° C durante el día, y evitando que descienda por debajo de los 16° C durante la noche.
- Utilizar calderas de bajo consumo y no poner ropa encima del radiador; esta costumbre hace que disminuya la eficiencia del equipo.
- Colocar paneles reflectantes entre el radiador y la pared, para evitar que el calor se escape por las paredes.
- Acostumbrar a los miembros de la familia a estar abrigados en casa, para usar la calefacción de forma más racional.
