Convivimos a diario con millones de microorganismos y en condiciones que favorecen su reproducción, incluso en los ambientes más limpios. Pero es normal que así sea; muchos de estos microbios y bacterias mantienen una relación saludable con nuestro cuerpo, o al menos no son peligrosos. Aunque hay otros que solo necesitan determinadas condiciones para enfermarnos.
Una manera eficaz de evitar que microbios y bacterias indeseables se acumulen y eventualmente puedan causarnos problemas de salud, es teniendo cuidado con determinados objetos en nuestros hogares. Y no olvidarnos de reemplazar cada cierto tiempo o limpiar con regularidad, como los que se mencionan a continuación.
Estropajos y paños húmedos contra la salud
Son dos elementos de uso cotidiano, y no deja de ser una ironía que siendo su función ayudarnos a limpiar, puedan ser también portadores de bacterias. Ambos permanecen húmedos casi todo el tiempo, lo que los convierte en un perfecto caldo de cultivo para bacterias y otros microorganismos que pueden afectar nuestra salud.
La recomendación con los paños húmedos es lavarlos y ponerlos a secar cuando no estén en uso, y en el caso del estropajo, reemplazarlo por uno nuevo una vez por semana.
Las tablas para cocinar
Otro objeto de cocina que se utiliza con muchísima frecuencia es la tabla de cocinar, donde puede presentarse lo que se conoce como contaminación cruzada, pues a menudo tenemos una que es nuestro caballito de batalla y que usamos para cortar todo: carnes y vegetales. Aunque lavemos las tablas cuando vamos a darle otros usos, en estas hay microcortes donde se pueden esconder bacterias y microbios.
La recomendación es tener una tabla para carnes y otra para vegetales, y al lavarlas utilizar vinagre o desinfectante, para asegurarse de que estén bien limpias. Y en general, ser un poco más exhaustivos con la limpieza de la cocina, pues junto con el baño es uno de los espacios donde hay mejores condiciones para que proliferen las bacterias.
El cortaúñas
El baño es un ambiente donde también hay un nivel de humedad que puede favorecer la proliferación de microbios. Víctor Jiménez Cid, microbiólogo y profesor de la Complutense lo explica de esta manera:
“Los microorganismos que vamos a encontrar ahí proceden de nosotros, es decir, habitualmente son parte de nuestra microbiota, pues de la piel, de zonas húmedas de la piel, las axilas, en fin, ahí tenemos una microbiota muy rica.
A ver, ahí podemos encontrar microorganismos que no necesariamente tienen por qué ser patógenos, pero que, como siempre, igual que se nos infecta una herida, en un momento dado pueden causar una infección de un padrastro”.
En esta clase de infecciones juega un papel importante el cortaúñas, que en el baño puede estar expuesto a diferentes bacterias que pueden causar infecciones. Varias de las cuales proceden del inodoro, y que con frecuencia se encuentran en forma de aerosoles poco después de haber sido usados. Recomendaciones: mantener la tapa del inodoro cerrada y lavar y desinfectar el cortaúñas con frecuencia, sobre todo antes de usar.
La esponja de baño
Muchas personas utilizan las esponjas de baño para eliminar las células muertas de la piel, pero este mismo uso facilita que en ella prosperen bacterias que pueden causarnos enfermedades. La recomendación es utilizar esponjas vegetales y reemplazarlas regularmente.
Los móviles
Tal y como señala Víctor Jiménez, los móviles y mandos a distancia “son objetos que tocamos mucho y tocamos muchas personas indiscriminadamente y además no se desinfectan a menudo, son los que están más implicados en la transmisión de microorganismos por contacto directo”.
Muchos de estos microorganismos proceden de nuestra piel y son inofensivos, pero también puede haber virus y bacterias que salen a través de la tos y los estornudos. Lo más aconsejable es limpiarlos a diario.