En las estaciones de autoservicio, los conductores no suelen dar demasiada importancia al momento durante el cual cargan el combustible en sus vehículos. Insertan la pistola para repostar en la entrada del depósito, y mientras el combustible entra se distraen, piensan en qué les espera durante el día, observan el coche. También está de moda el hecho de que usan el móvil para leer, escuchar y responder mensajes. Todo menos atender a lo que pasa con el combustible.
En realidad, todo el mundo piensa que la acción de cargarle combustible al coche es casi un automatismo que en nada afecta los resultados. Sin embargo, no es así. Esos minutos que tarda la cantidad indicada de combustible en ingresar al depósito y especialmente el cierre de la operativa pueden influir en la economía y en pérdidas de dinero.
¿A qué hay que prestar atención cuando se reposta en una estación de autoservicio?
Lo primero que el conductor debe saber es cómo funciona el sistema en las estaciones de servicio. El extremo de la pistola por el que sale la gasolina del expendedor para entrar al vehículo, produce un sonido que indica un corte. Los sistemas expendedores modernos tienen un sistema de seguridad que hacen que se corte el suministro cuando la máquina detecta que el depósito está lleno. La válvula está diseñada para detener automáticamente el flujo de combustible cuando el tanque está cerca de su capacidad máxima. A eso obedece el sonido.
En ese momento, se corta el abastecimiento. Este es un sonido al que hay que estar muy atento, porque indica que ya no sigue vertiéndose combustible en el tanque. Si el conductor está distraído y no se dio cuenta del sonido del fin de la carga puede pensar que el repostaje se cortó e intentar seguir cargando. Es un grave error. Se producirá derramamiento del exceso y se deberá pagar por este combustible perdido.
¿Qué pasa si el conductor insiste en repostar más combustible del debido?
Hay surtidores de combustible que cargan con buena presión y más rápidamente que otros. En estos casos es muy probable que se produzca espuma en el tanque. Los expertos dicen que en realidad la válvula de seguridad corta el suministro cuando la espuma del combustible en el tanque llega hasta el sensor de seguridad. La válvula interpreta que esta espuma indica que el tanque está lleno. Pero en realidad no lo está del todo. Cuando la espuma baja, se nota que quedaba espacio para un poco más.
Hay conductores que conocen esto, y que saben que cuando la espuma baje el tanque no estará lleno. Entonces intentan forzar el ingreso de más fluido. Esto es un error. La válvula de seguridad sigue activa. Por lo tanto, si entra más gasolina al vehículo es probable que lo tire fuera del coche, y, por lo tanto, será combustible perdido y dinero mal gastado. Además, este derrame podría deteriorar la pintura del coche.
Otra consecuencia de este intento de sobrecargar combustible cuando la válvula ha saltado es provocar daños al filtro de carbono. Estos filtros tienen la función de capturar y eliminar los gases y vapores dañinos. Dichos vapores pueden ser perjudiciales para la salud y el medio ambiente si se liberan directamente a la atmósfera.
Y, en casos extremos, el intento de cargar más gasolina puede generar sobrepresión en el depósito. Aumenta la presión interna y se puede dañar todo el sistema. Por lo tanto, el consejo de los expertos es responder al corte de surtidor y no intentar forzar el repostaje. Es una medida de seguridad que beneficia la economía y la preservación del vehículo.
