Las frutas son un componente esencial en nuestra alimentación: aportan vitaminas y minerales, fibras y carbohidratos saludables, y hasta agua. Además, son deliciosas y no pueden faltar en nuestro hogar. Comprar frutas es siempre una buena inversión, aunque es probable que estemos repitiendo un error heredado de nuestros padres, y de los diseñadores de las neveras.
Cuando llegamos del mercado y guardamos los alimentos, es normal colocar las frutas en el cajón inferior destinado a frutas y vegetales, y esta acción, de acuerdo con una experta, es un grave error.
“Dejad de poner la fruta en el cajón de abajo”
La experta a la que hacemos referencia es Clara Valdés, una nutricionista que afirma que al colocar las frutas en este lugar, junto con las verduras, lo que estamos haciendo es acortar su vida y adelantar la descomposición. “Dejad de poner las frutas en el cajón de abajo de la nevera, la estáis pudriendo más rápido”, sentencia. La mayoría de las frutas se ven afectadas por las condiciones de humedad de este espacio, o por el frío, que modifica algunas de sus propiedades, o detiene la maduración.
De hecho, hay varias frutas tropicales y de climas templados que no tienen por qué estar en la nevera, como los plátanos, el aguacate, el mango, el tomate, los melones, el pepino, etc. Muchas de estas frutas se mantienen bien en temperatura ambiente, por lo que no es necesario guardarlas en la nevera.
El pepino y el tomate son frutas, aunque las contemos como hortalizas, que también lo son, pues son productos del huerto. En torno al tomate, Valdés afirma que el frío de la nevera transforma su textura jugosa en algo harinoso y sin sabor. Otras frutas que no deben estar en el refrigerador son las nectarinas y los melocotones.
El gas que acelera la maduración
Los plátanos se ponen negros en el refrigerador, y además presentan otro problema, que comparten con otras frutas: liberan un gas, el etileno, que acelera la maduración. Y no es la única fruta que libera este gas. Al poner las frutas juntas en el cajón de los vegetales es probable que las que liberan este gas aceleren la maduración de las demás, haciendo que se pudran más rápido. Los principales emisores de etileno, y que debemos mantener separados de otras frutas, son el ya mencionado plátano, manzanas, peras y aguacates.
¿Qué hacemos con el cajón?
El cajón de la nevera no va a quedar vacío. Clara propone usarlo para las verduras de hoja verde, como las espinacas, las acelgas, la rúcula o la lechuga, entre otras; y también para vegetales frescos como los pimientos, el apio, el puerro y el brócoli, que en el cajón logran mantenerse frescos y húmedos. También es un espacio adecuado para zanahorias. Si colocamos en el cajón algunas de las frutas que liberan etileno, como las antes mencionadas, lo que vamos a conseguir es que las verduras se pongan amarillentas, y vamos a hacer que las fresas y uvas duren menos.
Cómo conservar las frutas
Hagamos un último recorrido: fuera de la nevera, en un frutero sobre la encimera, plátanos, tomates, aguacates y mangos; en las baldas de la nevera, colocadas en recipientes con ventilación, fresas y uvas, higos y cerezas (Clara recomienda además no lavarlas hasta poco antes de consumirlas).
Aprovechar los espacios frescos de la cocina para las otras frutas que no necesitan refrigeración, y tratar de comprar las cantidades que vamos a consumir a corto plazo, o con el tiempo justo para madurar, y así consumiremos siempre frutas frescas.
