Empadronarse es uno de esos trámites a los que muchos ciudadanos españoles prestan escasa atención, hasta que necesitan acceder a una ayuda o requieren de un servicio que exige que estén debidamente empadronados.
El empadronamiento es considerado un derecho y un deber, y básicamente consiste en inscribirse en el Padrón del municipio donde residimos habitualmente, sin importar si somos inquilinos o propietarios.
La importancia de estar empadronados
Estar empadronado es obligatorio para todos los ciudadanos nacionales y extranjeros, y es un requisito fundamental para obtener permisos de residencia, acceder a servicios como sanidad, salud y educación, y tener acceso a distintas ayudas municipales y estatales.
Un aviso reciente en el Boletín Oficial del Estado nos recuerda que es obligatorio empadronarse, tal y como se señala en el artículo 54 del Real Decreto 1690/1986: “Toda persona que viva en España está obligada a inscribirse en el padrón del municipio en el que resida habitualmente. Quien viva en varios municipios deberá inscribirse únicamente en el que habite durante más tiempo al año”.
Mantener actualizado el padrón es también fundamental para los ayuntamientos, pues de esta manera saben con precisión cuántos habitantes tienen y cómo están distribuidos; una información fundamental para la planificación y la distribución de los recursos municipales.
El padrón sirve además para mantener al día las estadísticas oficiales y es un requisito para poder participar en las elecciones municipales.
Las multas por estar empadronados incorrectamente
No estar empadronado en el municipio donde residimos puede generar todos los problemas que ya hemos mencionado, como no tener acceso a los servicios de salud o educación, o no tener derechos a diferentes beneficios que otorga el municipio. Además puede hacer que seamos el objetivo de una sanción y obligarnos a pagar una multa.
La multa por no empadronarse o haber omitido o falseado información, varía de acuerdo con el número de habitantes del municipio, y puede ir desde los 3 hasta los 150 euros.
En municipios con menos de 20.000 habitantes la multa es la más baja, de apenas 3 euros; entre 20.001 y 50.000 habitantes, 60 euros; entre 50.001 y 500.000 habitantes, 90 euros; y con más de 500.000 habitantes, 150 euros.
Los funcionarios municipales están facultados para verificar que los datos que proporcionamos al inscribirnos son ciertos, y si comprueban que una persona está empadronada en dos municipios al mismo tiempo pueden darlo de baja en el padrón.
Corregir esta situación probablemente incluirá el pago de una de las multas antes mencionadas.
Qué necesitamos para empadronarnos
Es un trámite sencillo y toma muy poco tiempo. Debemos acudir al ayuntamiento que nos corresponde y presentar el DNI y un documento que certifique que vivimos allí, como el título de propiedad, un recibo de pago de servicios a nuestro nombre o el contrato de alquiler.
En caso de ser menores de edad, debemos tener una autorización de los padres y presentar el libro de familia. Por otro lado, se trata de un solicitante de asilo solo hay que aportar el documento que acredita la solicitud de protección internacional, emitido por el Ministerio del Interior.
Podemos inscribirnos en el padrón de forma digital, sin necesidad de acudir al ayuntamiento, a través de la sede electrónica del consistorio.
Qué podemos hacer si rechazan empadronarnos
No es común que a una persona que presente los documentos correspondientes se le niegue la inscripción en el padrón, pero si esto llega a suceder podemos interponer un recurso potestativo de reposición ante el alcalde, para lo que tenemos el plazo de un mes a partir de la fecha en la que nos negaron la inscripción.
Si este recurso no nos resuelve nuestra petición, podemos acudir a los tribunales Contencioso-Administrativos, en los siguientes dos meses después de haber recibido la respuesta del alcalde.
