Históricamente el oro ha sido una fuente de poder, de riqueza y de estabilidad para los países. En algunos casos ha actuado como moneda, en otros es reserva estratégica. Desde la antigüedad el oro se ha convertido en símbolo de autonomía y fortaleza nacional. Si bien en los tiempos actuales el patrón del oro fue abandonado por los ciudadanos comunes, sigue siendo una reserva estratégica para los bancos centrales. Estas reservas les permiten protegerse frente a la volatilidad de las divisas y para diversificar los activos.
En suma, más allá de los tiempos y de las monedas en uso, las reservas de oro siguen siendo un termómetro de poder económico que sostienen la arquitectura financiera del presente.
¿Por qué el oro ha subido de precio en las últimas décadas?
Desde el 2019 el precio del oro ha mostrado un avance ascendente. Alcanzó el precio pico en la pandemia de COVID-19. La incertidumbre global mueve la aguja. Y precisamente el temor a una recesión global y la caída de los tipos de interés reales que sobrevino a la pandemia, impulsó el aumento del precio del oro.
En agosto de 2020, alcanzó precio récord de 2.070 dólares por onza troy. Este aumento fue una muestra clara de que el metal precioso es un refugio frente a las crisis. Después de un pequeño descenso, el precio volvió a repuntar en 2023 y en 2024. La inflación, la guerra en Ucrania, las tensiones internacionales provocaron que los bancos centrales intensificaran sus compras de oro.
La gran sorpresa se está viviendo en este octubre de 2025. El oro superó los 4.000 dólares por onza. Es un récord histórico. Y los pronósticos dicen que la subida podría durar hasta finales de la década, es decir, durante varios años más.
Un experto analiza la subida del oro y pronostica que seguirá creciendo
El economista Ed, Yardeni, fundador de Yardeni Research, afirma que la subida del precio del oro no tiene freno. Estima que podría llegar a valer 10.000 dólares, unos 8.575 euros, la onza. Esto equivale a un aumento de un 150%. Su análisis de basa en una serie de factores internacionales que inciden para reposicionar el oro como un valor en la economía mundial. Un factor de peso es la incertidumbre económica y política. Las guerras y las crisis mundiales llevan a que los inversores opten por el oro. A mayor demanda, mayor precio.
Existe una relación inversa entre el valor del dólar y el del oro. Si el dólar baja, el oro sube. Esto es lo que está ocurriendo. Con intención de desdolarización, algunos países han intensificado las compras de oro para reducir su dependencia del dólar. Yardeni destaca que los países están aumentando sus reservas internacionales en oro. Por ejemplo, el Banco Popular de China aumentó progresivamente sus reservas de oro durante siete meses consecutivos, incluso con los precios al alza. Según el Consejo Mundial del Oro, los bancos centrales de todo el mundo añadieron 15 toneladas métricas netas de oro a sus reservas en agosto.
¿Impacta el aumento del precio del oro en la vida de los ciudadanos españoles?
Aunque hablar de reservas de oro de los bancos centrales parece una realidad lejana al ciudadano común, en realidad no lo es. Puede tener un impacto en el consumo. El encarecimiento del oro puede influir en el precio de productos tecnológicos y médicos que utilizan este metal. Asimismo, las joyerías se lamentan porque las ventas de joyas de oro han decaído.
Por otra parte, hay un impacto indirecto que el aumento del precio del oro provoca. La gente sabe que si el precio del oro aumenta es porque existe inestabilidad económica. Esta percepción puede generar restricciones en los gastos y en las decisiones de ahorro. Para el ciudadano común no es tiempo de compras de oro físico. La recomendación es posponer la compra de joyas o buscar alternativas al oro.