Muchas personas se mantienen alejadas de las actividades agrícolas porque parecen complicadas y requerir de mucho tiempo y esfuerzo. Y en parte es cierto, el trabajo de campo es duro, pero el de un pequeño huerto en casa no, y los resultados pueden ser muy gratificantes.
Cultivar en casa es una actividad relajante, que nos conecta con la tierra, ayuda a despejar la mente y además nos proporciona algunos alimentos saludables, y la satisfacción de haberlos cultivado nosotros mismos. He aquí algunas ideas si queremos comenzar un huerto y no tenemos mucho tiempo para dedicarle.
Comenzar por las hierbas
Una excelente manera de iniciarse en la horticultura, si no se tiene mucho tiempo, es hacerlo con hierbas y plantas como la albahaca, el cilantro, el perejil, la menta, el orégano y el romero. Son plantas que ocupan poco espacio, de rápido crecimiento y que se pueden cultivar en macetas o en una jardinera.
La albahaca y el romero crecen bien en lugares soleados; la menta, en cambio, se desarrolla mejor en interiores o donde la luz del sol no pegue directamente. Es esta una característica que comparte con el cilantro y el perejil, aunque estas plantas también se dan bien en lugares soleados.
Estos cultivos sirven también para demostrar que no es necesario poseer un jardín para practicar la horticultura, y que con macetas y jardineras podemos aprovechar el balcón, las ventanas y cualquier espacio donde llegue la luz solar, incluso de forma indirecta.
Hortalizas y frutas
En estos espacios también puedes cultivar cebolleta, lechugas, rábanos y espinacas; y frutas saludables como fresas, tomates cherry, pimientos y hasta un limón.
Con estos cultivos hay que estar más atentos con el riego, la fertilización y el control de plagas, pero no dejan de estar al alcance de cualquier persona interesada en cultivar sus alimentos.
Las hortalizas antes mencionadas son de crecimiento rápido y se pueden comenzar a cosechar después de 3 semanas. Ten en cuenta que hay que estar muy pendientes, sobre todo al principio, cuando son fáciles víctimas de hormigas y grillos.
Las fresas y tomates cherry necesitan bastante sol y suelos sueltos, que no retengan el agua, y además de ser alimentos deliciosos son plantas muy vistosas y gustosas de ver.
Los pimientos también son cultivos que aportan color y sabor, y son plantas con vidas más largas y en las que pueden ofrecer varias cosechas.
El limón crece mucho mejor sembrado en el suelo directamente, pero también podemos cultivarlo en una maceta grande y en el interior de la casa, donde además de dar frutas puede actuar como planta ornamental.
Algunos aspectos que hay que tomar en cuenta en los huertos caseros
Actualmente hay mucha información en internet sobre la manera de cultivar cada una de las plantas que hemos mencionado, pero igual vale la pena hacer énfasis en algunos aspectos si queremos tener éxito con estas plantas. Como ejemplos están el riego, la distancia de siembra y la calidad y profundidad del suelo.
El hecho de tener plantas es como tener mascotas, al menos en lo relativo al agua: verás que algunos de estos cultivos necesitan riego diario, mientras otro solo necesita agua cuando el suelo da señales de estar seco.
En cuanto a la distancia, las plantas de tomate y de pimiento necesitan al menos 45 cm de distancia entre cada una (una planta por maceta), las lechugas y albahacas unos 20 cm, y el cilantro, el perejil y la cebolleta, en cambio, se pueden sembrar bastante juntas.
En cuanto al suelo, hay que prepararlo de manera tal que se humedezca sin empantanarse, y con una profundidad acorde con cada cultivo.
Por ejemplo, las hierbas y hortalizas requieren de suelos menos profundos que los tomates y los pimientos. Y para tener un limón en el interior de tu hogar debes pensar en una maceta con 40 o 60 cm de profundidad.