Una de las principales secuelas del Covid fue la gran cantidad de personas que se quedaron definitivamente en sus hogares, trabajando frente a un ordenador ocho horas diarias, a las que hay que agregar las que se dedican a ver noticias, películas o a jugar.
Es cierto que antes de la pandemia también había millones de trabajadores pegados a los ordenadores en oficinas, pero al menos estos tenían que salir de sus casas, caminar hasta la estación del metro o la parada de autobús más cercana, subir y bajar escaleras. Un mar de actividades en comparación con el sedentarismo casi total de los que trabajan en sus casas.
Harvard nos propone un ejercicio
Incluso trabajando en oficinas, es recomendable levantarse cada cierto tiempo, estirar las piernas y dar un respiro a la espalda, y quizás hasta haya personal de recursos humanos que nos lo recuerde. Sin embargo, no es así en el hogar, donde también es necesario alejarse de la pantalla del ordenador cada cierto tiempo.
Pasar demasiado tiempo sentado no solo produce dolor de espalda, también afecta de forma negativa los glúteos, los músculos isquiotibiales (los que van desde la base de los glúteos hacia la rodilla, por la parte posterior de las piernas) y los músculos asociados a la cadera. Afecta también el metabolismo y hasta la salud cardiovascular.
No somos plantas, necesitamos movernos de vez en cuando para permanecer saludables, aunque tampoco se trata de convertirnos en deportistas profesionales, o de pasar horas cada día en un gimnasio, algo que tampoco es mala idea. Se trata de algo más sencillo que recomiendan expertos de la Universidad de Harvard: practicar el “Kettlebell Swing”.
El kettlebell swing y el levantamiento de peso muerto, un ejercicio similar que también podemos hacer, son ejercicios que prácticamente en un solo movimiento, en forma de bisagras. Esto implica una gran cantidad de músculos: de brazos, piernas, espalda, cadera y glúteos, y sirven para compensar las secuelas de pasar tanto tiempo sentados.
El kettlebell swing: práctica y beneficios
El kettlebell swing es un ejercicio que se practica con las llamativas pesas rusas, pesas con asas y en forma de campana, que no solo ayuda a activar los músculos afectados por la vida sedentaria que ya hemos mencionados, sino que también aumenta nuestra fuerza muscular, quema grasas y fortalece el sistema cardiovascular. Por eso se ha vuelto tan popular.
Hay que tener cuidado y no comenzar a practicarlo hasta después de haber sido claramente instruidos por un profesional, para evitar lesiones causadas por un uso inadecuado de las pesas o una ejercitación mal ejecutada.
El nombre en parte describe la forma de ejercitarse, que en su forma básica consiste en colocar una pesa rusa entre las piernas, que deben estar algo separadas, tomar la pesa con las dos manos y levantarla como peso muerto, arqueando la espalda. Después comenzar a balancear la pesa, como si fuera una campana, entre las piernas y hacia arriba, inhalando en la bajada y exhalando en la subida.
Cada vez que hacemos este movimiento, o swing, ponemos en acción una gran cantidad de músculos y los ponemos a trabajar de forma coordinada. Además, este ejercicio ayuda a corregir la curvatura de la columna. Para comenzar, las pesas rusas deben pesar entre 8 y 12 kg si van a ser usadas por mujeres, y entre 12 y 16 kg si son hombres, y con el tiempo, y una mejor preparación, se pueden usar pesas más pesadas.
Parece un ejercicio demasiado sencillo y que produce demasiados beneficios como para ser cierto, pero en verdad lo es. El kettlebell swing bien realizado quema tantas grasas, como pasar el mismo tiempo corriendo en una cinta, y fortalece y activa un mayor número de músculos. Es hora de escuchar las recomendaciones de los expertos de Harvard, abandonar las sillas y comenzar a ejercitarnos.
