El sistema de pensiones en España lleva asociados una serie de problemas relacionados con la sustentabilidad, que genera una gran incertidumbre sobre el futuro de los pensionistas.
Uno de los principales desafíos es el envejecimiento de la población, que ha provocado un aumento significativo en el número de pensionistas. Al mismo tiempo, la proporción de trabajadores activos disminuye.
La desaceleración demográfica ha provocado que el sistema, que depende de las contribuciones de los trabajadores para financiar las pensiones, esté constantemente bajo presión.
La baja tasa de natalidad unida a la inestabilidad laboral agravan el panorama. Los jóvenes, que serán los futuros contribuyentes al sistema, se enfrentan a un mercado de trabajo cada vez más precario con contratos temporales y salarios bajos.
La diferencia entre lo que se recauda y lo que se necesita para cubrir las pensiones sigue aumentando. Esto genera un déficit que se financia en parte con la deuda pública.
Las reformas al sistema de Seguridad Social y los aumentos de la edad para el acceso a la jubilación hasta el momento no han logrado resolver estos problemas estructurales. Por todo ello, la inseguridad y el recelo sobre el futuro del sistema de pensiones es un tema central de debate en la sociedad española.
Esta situación que afecta a España plantea muchas dudas sobre la capacidad del sistema para garantizar pensiones dignas a las futuras generaciones. Las personas se cuestionan si podrán contar con unas pensiones adecuadas cuando llegue su turno de jubilarse.
¿Qué dice el estudio realizado por el economista Javier Díaz-Jiménez?
Javier Díaz-Jiménez, profesor de IESE Business School, realizó un estudio exhaustivo sobre los problemas jubilatorios en España. En él abordó la creciente preocupación por la sostenibilidad del sistema de pensiones en el país.
En su investigación, el economista resalta la creciente insostenibilidad de las pensiones. Ante la probabilidad de que el sistema público no sea suficiente para asegurar pensiones que permitan un nivel adecuado, Díaz-Jiménez plantea que es fundamental que los trabajadores se preparen para su jubilación de manera personal.
Esto implica tener ahorros para mantener un estilo de vida acorde al que llevaba cuando estaba en actividad. Es cierto que la cantidad ahorrada dependerá de varios factores, como el estilo de vida que desee mantener, su edad de jubilación, las expectativas de vida.
Sin embargo, el economista establece una estimación que puede servir como guía. La idea de base es que cada persona debería tener suficiente dinero ahorrado como para complementar lo que recibirá del sistema público. Esta cifra complementaria resultará de considerar el gasto promedio mensual que tiene en el momento previo a jubilarse.
¿Cuándo debería ahorrar una persona antes de jubilarse?
En declaraciones a la prensa, Díaz-Jiménez analiza el ejemplo de la persona que quiere complementar la pensión pública con 1.000 euros mensuales durante 10 años. Para llegar a este objetivo, el trabajador necesitará haber ahorrado al menos 120.000 euros al momento de jubilarse.
Por ello, recomienda comenzar con la cuenta de ahorro lo antes posible. De este modo, el importe de la reserva de cada mes será menor. Por ejemplo, guardando para el futuro 50 euros al mes durante 40 años en un plan de inversión, con una rentabilidad anual del 7%, la cuantía acumulada sería de 128.166 euros.
Cuanto más tarde se comience con este ahorro, más se deberá guardar cada mes para lograr la meta.
Díaz-Jiménez analiza, además, el costo anual del sistema de pensiones en España. Estima que en 20 años ese costo se duplicará. Para 2044 se espera que las pensiones públicas se lleven 225.000 millones de euros, 107.000 millones más que en 2023.
Estas cifras muestran que el sistema está en crisis y que no se visualiza la salida. Por lo tanto, el mejor consejo es comenzar cuanto antes con el ahorro para la jubilación.
