La sostenibilidad del Sistema de Seguridad Social en España siempre es motivo de polémica y de análisis. El envejecimiento de la población y el aumento del gasto en pensiones y jubilaciones supera ampliamente a los trabajadores que cotizan y a las cifras de sus aportes. Existe un desajuste entre lo que el sistema recibe de los trabajadores y lo que paga por pensiones. Las cotizaciones solo cubren tres de cada cuatro euros destinados a pensiones. El Estado financia el resto por medio de recaudaciones en impuestos o endeudándose.
¿Qué dicen los expertos sobre el sistema de pensiones?
El economista Santiago Niños Becerra ha analizado la situación de presente y futuro del sistema español. Destaca una brecha entre cotizaciones y prestaciones se ha consolidado. Estudios como los del Instituto Juan de Mariana, calculan que los nuevos jubilados obtienen prestaciones un 62% más altas a sus aportaciones. Es decir que, una vez jubilados, reciben un 62% más de lo que pagaron al sistema cuando trabajaban.
Esta realidad supone una carga insostenible para las generaciones jóvenes. Estos trabajadores viven tiempos de gran malestar económico. Los salarios son demasiado precarios, tienen dificultades para acceder a una vivienda digna. Les es casi imposible independizarse del hogar familiar. Un dato interesante es que muchos de los jóvenes que han decidido independizarse, continúan recibiendo apoyo económico de sus padres para seguir adelante. De no ser por este aporte, no tendrían medios para mantenerse.
Los estudios muestran que la riqueza de los jóvenes es casi la mitad de la de sus padres a su edad. Los nacidos en los años 80 tienen un 46% menos de riqueza que la que tenían sus padres a los 45 años. En las dos últimas décadas los jóvenes han pasado de poseer el 7,5% de la riqueza nacional a un 2%. Del otro lado de la vida, los mayores de 65 años tienen el 70% de la riqueza, riqueza sostenida por los menores de 45 con economías en crisis.
Mientras que la economía de los jóvenes ha decaído entre 2008 y 2024, la de los mayores de 65 años ha aumentado. Han incrementado su riqueza entre un 8% y un 20%. La diferencia con los jóvenes es muy significativa. En declaraciones públicas, Becerra ha advertido que el sistema actual realiza una redistribución de recursos que es regresiva. Beneficia a quienes ya han acumulado riqueza y patrimonio y castiga e impide el avance de quienes apenas comienzan su vida laboral.
El economista pone el foco en la necesidad de repensar el sistema para frenar la caída y para corregir estructuralmente sus defectos.
¿Cuál es el futuro de los jóvenes si el sistema se mantiene igual?
Los jóvenes viven demasiado preocupados por su presente, por pagar su vivienda y solventar sus gastos como para pensar en esa época en que se jubilará. La falta de renovación generacional es un grave problema. El IRPF y el pago de las cotizaciones sociales se lleva el 39,5% del coste laboral de un salario medio. Las empresas cada vez se gestionan con menos empleados, y el problema del desempleo se incrementa.
Los expertos prevén que en las próximas décadas será necesario aumentar la edad de jubilación, un salvavidas que extenderá un tiempo más la agonía. No hay ideas claras acerca de a qué edad se jubilarán los jóvenes en España. Sin embargo, todo hacer prever que deberán sumar unos cuántos años más a los 65 que actualmente son la base jubilatoria.
Las reclamaciones por ayuda a los jóvenes no cesan, y algunas medidas paliativas se han ido generando. Pero no son suficientes y solo ayudan a una parte de la población. El futuro de los jóvenes y del sistema de la Seguridad Social es incierto, y esta incertidumbre se extiende al de la economía general de España.