Llamamos marcas blancas a aquellas marcas de alimentos, productos de limpieza, cosméticos y electrodomésticos que pertenecen a determinadas cadenas de supermercados, como Hacendado en Mercadona, Silvercrest en Lidl o Carrefour en Carrefour. Pero en realidad una de las primeras marcas blancas que nos viene a la mente a los españoles es DIA, por la cantidad de productos que esta cadena tiene en alimentos, golosinas, productos de limpieza, etc. Quizás no sea la primera, pero es la que más presente tenemos cuando se piensa en marcas genéricas.
Un pionero que se quedó atrás
Desde 1979, DIA destacó por ser una de las primeras redes de supermercados en proponer productos propios con precios más económicos y atractivos que los de otras marcas que también se comercializaban en sus locales. Estos productos permitían a los clientes hacer mercados más grandes gastando menos dinero, y esto posicionó a DIA como una de las principales cadenas de España durante décadas.
Sin embargo, otras marcas blancas de otras redes de supermercados fueron desplazando los productos DIA, al apostar por una mayor calidad, aunque en algunos casos esto implicara también un precio ligeramente mayor. Sobre todo se dice que han tenido una mejor percepción de los cambios que se producían en los gustos y necesidades de los consumidores.
Otra razón de este desplazamiento tiene que ver con la noción entre los clientes de que una marca blanca es más económica, pero también de menor calidad, aunque no fuera totalmente cierto.
El retorno de la marca blanca de DIA
Unos 30 años después, en 2009, DIA decidió retomar su marca homónima y elevar la calidad de los productos manteniendo los precios bajos. Esta especie de relanzamiento incluyó trabajo conjunto con los proveedores y campañas para recuperar la confianza de los consumidores, hasta volver a ser una cadena que puede competir de igual a igual con redes como Lidl, Mercadona o Carrefour.
En lo que va del siglo XXI, la marca blanca de esta cadena ha continuado posicionándose en diferentes sectores, aprovechando en parte el auge de las marcas blancas gracias a la inflación que se desató después de la pandemia de 2020. Una situación que ha originado que los consumidores presten mayor atención a productos más económicos y de buena calidad.
Esta revisión de los procesos de elaboración y presentación de los distintos productos incluidos en el catálogo de DIA han sido objeto de un nuevo proceso de evaluación de la empresa en 2019, con el objetivo de fortalecer su credibilidad y hacerlos más atractivos a los consumidores. Parte de ese proceso incluyó un exhaustivo estudio de mercado donde se determinó que los clientes están cada vez más interesados en conocer la procedencia de sus productos y en quiénes son los fabricantes y proveedores.
Desde sus inicios, DIA dio relevancia a los proveedores locales y nacionales, pero ahora también insiste en trabajar con proveedores nacionales certificados, y hacer un seguimiento de los diferentes productos desde el campo y las fábricas hasta los lineales de los numerosos supermercados. A lo largo de los últimos seis años, DIA ha revisado y realizado cambios profundos en cerca de 2.400 referencias de su catálogo, evaluando y actualizando procesos, y realizando cambios cuando hacía falta para elevar la calidad de sus productos.
De la crisis económica a la renovación: un nuevo DIA
Entre 2016 y 2018, DIA vivió una profunda crisis económica que casi la llevó a declararse en quiebra. La cadena fue rescatada por el Fondo LetterOne, que tomó el control en 2019, y debió sortear la crisis mundial causada por el Covid-19 y emprender una renovación profunda de esta red de supermercados. Estos cambios han llevado nuevamente a DIA a ser un espacio confiable tanto para sus proveedores como para los trabajadores de los supermercados y los consumidores, que ahora vuelven a tener productos accesibles, como la marca blanca de DIA, y de excelente calidad.
