La normativa de circulación de la DGT es útil y efectiva si se ajusta a la realidad. Y esta realidad muestra claramente que está en constante evolución, por lo que las necesidades se renuevan. La tecnología y las características de los vehículos, el comportamiento de los conductores, los cambios en las condiciones climáticas, afectan el tráfico. Por lo tanto, se requieren normas que regulen la circulación de vehículos que estén en permanente revisión y ajuste.
Este reajuste continuo de la normativa permite garantizar una mayor seguridad vial, reducir los accidentes y proteger a los conductores y demás usuarios de las vías públicas. La atención a la sostenibilidad del planeta y a la calidad de vida también impulsa normas y ajustes que atiendan estos principios compartidos por la mayor parte del mundo.
Para atender a las reclamaciones de los usuarios y siempre con la mirada puesta en la seguridad y la fluidez en el tráfico, la DGT analiza las líneas de acción que guiarán los cambios en los reglamentos de tráfico.
¿Cuáles serán las nuevas reglas en la circulación que cambian la circulación en España?
Las políticas en la circulación se mueven por tendencias. El Director de la DGT, Pere Navarro, ha anunciado líneas que marcan el rumbo de los avances de la normativa de circulación en España. Una de las ideas eje de la evolución de la normativa es la prioridad a la alta ocupación de vehículos. “El futuro del tráfico deberá ser compartido o no será” declaró el director de la DGI. Con esta línea se intenta reducir el número de vehículos circulando.
Para explicar el impacto de esta idea, el director mencionó como ejemplo qué pasaría si se lograra que en cada coche viajaran dos personas que antes se trasladaban en coches separados. El impacto sería extraordinario: se estaría reduciendo a la mitad el número de vehículos, el consumo de combustible y las emisiones contaminantes. Es un punto indiscutible, el director se muestra decidido a hacerlo y lo considera el gran desafío del siglo XXI.
¿Cambian las prioridades de la DGT?
Estas declaraciones parecen mostrar que hay un cambio en las prioridades de la DGT. Del foco de las etiquetas medioambientales de los vehículos se pasa a la ocupación. ¿Implica esto un cambio del centro de interés?
Si bien en esta temporada la ocupación del vehículo centra los esfuerzos de la DGT, no implica que se abandone el proyecto de eliminación de emisiones contaminantes. Al contrario, se complementan. En realidad, ambas líneas confluyen en la misma meta: menos vehículos en las rutas implica menos contaminación.
Como estímulo para esta ocupación vehicular, se están diseñando nuevos carriles Bus-VAO, uno de los cuales se habilitará a fin del verano. Estará emplazado en la entrada y salida de Madrid por la A-2. La prioridad en este carril será para los vehículos de alta ocupación y no tendrán ninguna preferencia los que tengan etiqueta Cero. Los distintivos medioambientales pasan a segundo lugar, para evitar que ocurra lo que pasa en el Bus-VAO de la A-6: se satura con la etiqueta Cero.
Además, se planea aprobar una nueva regulación que tenga en cuenta el número de ocupantes de los vehículos y no solo la etiqueta medioambiental para autorizar o restringir el ingreso a las ZBE. Como complemento de todas estas medidas, se ha incluido en el catálogo de señales de tráfico una nueva. Se trata de la S-51B. Esta señal limita la circulación en determinados carriles a coches con un solo ocupante.
Es una señal azul, cuadrada, y muestra la imagen de un coche con dos ocupantes sobre un carril. Tiene una flecha que apunta a 2+, que indica claramente el número de ocupantes para que el vehículo pueda circular por ese lugar. La DGT confía en que esta línea de acción cambiará positivamente el sistema de movilidad.