Desde 2016, la mayor parte de los coches y furgonetas ligeras que circulan en España, y que tienen entre 20 y 25 años, llevan en el parabrisas una etiqueta ambiental que indica cuál es su relación con el medioambiente. Es decir, si produce emisiones contaminantes o no, y si puede circular o no por determinadas partes de los principales centros urbanos con más de 20.000 habitantes.
Estas etiquetas de la DGT han sido motivo de debate casi desde que comenzaron a utilizarse, porque no siempre se corresponden con el grado de contaminación que producen los coches, y es posible que se introduzcan cambios en ellas en los próximos meses. Entretanto, la DGT anuncia una nueva etiqueta ambiental.
Una nueva etiqueta roja
Las etiquetas ambientales hasta ahora se han caracterizado por el uso y la combinación de tres colores: amarillo (la etiqueta B), verde (etiqueta C), azul y verde (etiqueta Eco) y azul (etiqueta Cero). La nueva etiqueta es roja y, curiosamente, no afecta a ningún conductor. La sexta etiqueta ambiental de la DGT está destinada para los primeros vehículos autónomos que aún se encuentran en modo de prueba, lo que significa que identificará vehículos eléctricos sin conductor.
Se habla de seis etiquetas, aunque en la práctica son cinco, porque la primera, la “A”, correspondería a los coches con motor de gasolina anteriores a 2001, y con motor de diésel anteriores a 2006. Son los coches que siguen circulando sin etiquetas ambientales, y los que ya tienen prohibido el acceso a las Zonas de Bajas Emisiones.
Se trata de una etiqueta de color rojo con letras y un dibujo en blanco que muestra un coche con dos tripulantes sentados uno frente al otro, para indicar que son pasajeros y que nadie está conduciendo. Encima del coche se ven unas ondas o señales de radio, para indicar que se trata de vehículo que funciona utilizando radares y navegador.
Otros tres elementos que vamos a encontrar en esta etiqueta son: el código QR, que informa a las autoridades que el coche es parte del Programa ES-AV; la matrícula que identifica al coche y el código de autorización para indicar lo que puede hacer y que está en modo de prueba.
La etiqueta es parte de un plan pionero de España en Europa, para comenzar a incorporar esta novedosa clase de vehículos sin conductores al sistema vial.
Esta etiqueta servirá para hacer saber a autoridades y otros conductores en cualquier carretera o calle de España que se trata de un vehículo que se encuentra en fase experimental, y que no lleva conductor, para que actúe con precaución.
En todo caso, la entrada de estos coches a vías públicas seguramente irá acompañada por una intensa campaña de difusión de la DGT, y por medidas de seguridad por parte de las empresas que participen en el programa, para evitar accidentes.
Qué es el Programa ES-AV
El Programa Marco de Evaluación de la Seguridad y Tecnología de Vehículos Automatizados, conocido en forma reducida como programa ES-AV, tiene como objetivo coordinar y regular todos aquellos proyectos de vehículos autónomos que se llevan adelante en España, en todas sus fases.
La gestión de este programa es responsabilidad del Centro Gestor del Programa ES-AV, que a su vez depende de la Subdirección General de Gestión de la Movilidad de la DGT. En este sentido, la intención es hacer un seguimiento y control del desarrollo de los vehículos autónomos, desde la fase de prototipos hasta la pre-homologación.
Las etiquetas rojas son parte de este programa, y servirán también para hacer seguimiento a los avances de estos vehículos en cualquier región de España donde se estén poniendo a prueba.
