Durante los meses de otoño e invierno, las condiciones meteorológicas pueden convertirse en un desafío para quienes se desplazan por las carreteras y autopistas de España. Densos bancos de niebla, lluvias y nevadas intensas pueden reducir la visibilidad e incluso provocar accidentes si nos descuidamos o no usamos equipos adecuados, como las luces antiniebla.
A esto hay que agregar un nuevo riesgo, como es el de ser multados por usar mal las luces antiniebla. Parece broma, pero no lo es, si nos descuidamos en los próximos meses podemos llegar a recibir multas de hasta 600 euros por utilizarlas cuando no es necesario.
El uso correcto e incorrecto de las luces antiniebla
Las luces antiniebla son demasiado intensas y pueden deslumbrar a los conductores que vienen tanto en sentido contrario como tras nosotros (en el caso de las luces traseras). Es por ello que solo deben usarse en condiciones meteorológicas que realmente lo necesiten, o cuando se presenten determinadas características de la carretera en las que se recomienda su uso.
Las luces delanteras solo deben activarse cuando la visibilidad se reduce a menos de 100 metros, por niebla densa, lluvias intensas o una nevada. También está permitido usarlas en condiciones normales en tramos de carretera donde las curvas son muy cerradas. Respecto a las luces antiniebla traseras, el reglamento de la DGT estipula que solo deben encenderse cuando las condiciones de visibilidad se reducen a menos de 50 metros, o cuando estamos en medio de una nevada donde la visibilidad es casi nula.
¿Cuál es el problema con estas luces? Que muchos conductores las utilizan con mayor frecuencia en otoño e invierno, en condiciones que no lo necesitan, cuando comienza a disminuir la luz natural al atardecer o con una llovizna, y las dejan encendidas durante largos trayectos. Tanto las luces delanteras como las traseras en condiciones normales pueden deslumbrar a otros conductores y provocar accidentes, en vez de ayudar a prevenirlos. Por estas razones, la DGT ha decidido este año ser más firme al sancionar el mal uso de estas luces.
Las multas automatizadas en autopistas
Ya hay un sistema automatizado enfocado en sancionar el mal uso de estas luces en autovías y autopistas, con equipos provistos de cámaras colocados en sitios estratégicos, como son los pórticos. Cuando estas cámaras detectan vehículos con las luces antiniebla encendidas, cruzan esta información con los datos meteorológicos de estaciones cercanas y, si oficialmente no hay una situación de niebla densa, nevada o lluvia intensa, emite automáticamente un aviso de sanción que va a llegar a nuestro domicilio.
“Si usas antiniebla cuando no toca, este invierno perderás 600 euros. Ya están multando sin avisar”, ha declarado Eugenio Gil, jefe de área en la DGT. Y puede parecer una exageración, pero no lo es. Aunque la multa, cuando se usan estas luces de forma inadecuada, es de 200 euros, Eugenio Gil explica que si reincidimos durante el mismo invierno la multa se puede triplicar.
En la práctica, el hecho de que cometamos esta infracción más de una vez no es nada difícil. Sobre todo considerando que muchos conductores tienen el mal hábito de mantener estas luces encendidas por largos tramos de autopistas, y a veces hasta llegar a casa.
Lo que dice el Reglamento General de circulación y un consejo de la DGT
El Reglamento señala que debemos usar los faros antiniebla “cuando existan condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan sensiblemente la visibilidad, como en caso de niebla, lluvia intensa, nevada, nubes de humo o de polvo o cualquier otra circunstancia análoga”.
Estas luces se pueden utilizar solas o combinadas con las luces de corto y largo alcance. En los casos de niebla densa, la DGT no recomienda usarlas con las de largo alcance: “Con niebla, el afán por ver mejor puede que nos lleve a poner las luces largas, pero será contraproducente, ya que la luz larga rebota en el banco de niebla y nos deslumbrará sin conseguir el objetivo”.
