Es probable que ya sean pocos los que recuerden la publicidad en televisión donde un médico aparecía recomendando determinado cigarrillo con “doble filtro”, más “saludable” que otras marcas de ese veneno. Pues bien, en un futuro no muy lejano, se verá con el mismo asombro la publicidad de cereales “nutritivos y saludables” dirigida a los niños.
Algo hay que reconocer, y es que ningún médico serio, al menos desde la segunda mitad del siglo XX, nos recomendaba fumar para relajarnos, y ya entonces se comenzaban a escuchar voces de aviso. Mientras que entre los pediatras y nutricionistas las advertencias en torno a los alimentos supuestamente saludables para niños siguen siendo poco contundentes.
Lo confirma un nutricionista pediátrico
Andrés Roche es un joven nutricionista pediátrico, 39 años, que afirma que muchos pediatras continúan manejando información desactualizada sobre nutrición infantil, y siguen haciendo recomendaciones que comenzaron a ser cuestionadas hace 30 años, como mínimo.
Y al hacer esta afirmación, se está refiriendo directamente a los cereales azucarados y a las galletas que han formado parte de los desayunos infantiles desde hace varias décadas. Se trata de productos ultraprocesados que contribuyen a destruir el metabolismo de los niños sin que los profesionales de la salud adviertan a los padres, o hagan más al respecto.
Cuando damos a nuestros hijos cereales azucarados o galletas para el desayuno, simplemente los estamos colmando de azúcar en exceso y de harinas ultraprocesadas. Son alimentos que provocan picos de glucosa y hacen que el cuerpo libere más insulina para regular la presencia de tanta azúcar en la sangre.
Estas subidas y bajadas de azúcar en el cuerpo pueden terminar generando resistencia a la insulina y creando las condiciones para que el metabolismo de los niños se vea alterado. Comenzando a presentarse situaciones de sobrepeso, y la aparición eventual de enfermedades como la diabetes tipo 2 y otras patologías.
Educando a nuestro pediatra
Quizás seamos una de esas familias afortunadas que dieron con un médico pediatra actualizado, con información sobre las dietas saludables para niños, y que ya nos habrá advertido sobre los peligros de delegar un momento tan importante como es el desayuno. Sobre todo en alimentos que no tienen nutrientes y que llenan a los niños de azúcares y harinas ultra refinadas.
Si no es así, y queremos continuar con este médico que en otros aspectos es excelente, y con el que tenemos una buena relación, quizás debamos contarle sobre lo que dicen muchos estudios recientes sobre el consumo de galletas y cereales de marca, y proponerle que se actualice.
Va a encontrar muchísima información al respecto en internet. Por ejemplo, un estudio publicado en JAMA Network Open, en el que se evaluaron cereales lanzados al mercado entre 2010 y 2023, mostró que los niveles de grasa y sodio aumentaron en más de un 30%, y el de azúcar en más de un 11%, mientras los contenidos de fibra y proteínas disminuyeron sensiblemente.
Recomendaciones para un desayuno saludable
Un desayuno saludable para un niño no es muy diferente de lo que debe comer un adulto todas las mañanas, y solo implica un esfuerzo un poco mayor que abrir una caja de cereales o un paquete de galletas.
Un buen desayuno debe llevar huevo, aunque no todos los días, leche u otros productos lácteos, frutas frescas o frutos secos. Además, puede ser variado y rico, y una de las cosas más valiosas que enseñemos a nuestros hijos: a desayunar bien y a saber lo que aporta cada alimento a su cuerpo.
Podemos hacer los desayunos más atractivos y deliciosos para nuestros niños, sin apoyarnos en vistosos animales graciosos ni en el poderoso marketing de la industria de alimentos infantiles.
