Asociamos el jamón ibérico con el picoteo, una caña o una copa de vino, junto a quesos variados, raciones de chistorras y de chorizo, y con momentos que constituyen el lugar opuesto en el universo donde se encuentran deportistas y atletas, junto con sus dietas balanceadas.
Pero podríamos estar en un error, y estar subestimando este manjar de la cocina española que, según investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, también ofrece increíbles beneficios para deportistas y atletas en la fase de post entrenamiento. En ese momento en que buscan reparar tejidos y fortalecer la masa muscular.
¿El jamón ibérico, un superalimento?
Estas afirmaciones han sido hechas por Luis Montiel y Francisco Tovar durante una jornada realizada en la Facultad de Medicina de la UCM, en la que destacaron la alta calidad de las proteínas que se encuentran en un bocadillo de jamón ibérico. Nutrientes que ayudan a reconstruir tejidos después de un entrenamiento intenso, y aceleran su regeneración. En palabras del dDoctor Montiel, una loncha de este jamón “lleva ciencia, sabor y rendimiento”.
Entre los aminoácidos esenciales que podemos encontrar en el jamón ibérico se encuentran la leucina, la valina e isoleucina, que sirven para formar masa muscular y para evitar el catabolismo (la pérdida de masa muscular). Contiene también triptófano y glutamina, que favorecen la concentración mental; y arginina, que mejora la resistencia cardiovascular.
Este jamón de excelente calidad también aporta grasas monoinsaturadas y aceites oleicos, minerales como potasio, hierro y zinc, y es rico en vitaminas del grupo B: B1, B2, B3, B6 y B12.
Un estudio del CSIC que confirma estas aseveraciones
No solo en la Complutense consideran que el jamón ibérico puede ser benéfico para los deportistas, también en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN – CISC) han confirmado a través de un estudio realizado durante 12 semanas que el consumo de jamón ibérico puede considerarse como un superalimento para deportistas. El estudio consistió en incorporar a la dieta diaria de un grupo de atletas 40 gramos de jamón ibérico durante 12 semanas, y todos mostraron mejoras significativas en su rendimiento y desempeño.
El estudio del CISC confirmó que las proteínas de óptima calidad, las grasas monoinsaturadas, los aceites, los minerales y vitaminas que se encuentran en este jamón lo convierten en un alimento perfecto para restaurar el organismo después de un ejercicio intenso, desde los músculos hasta el sistema cardiovascular.
Los investigadores también han señalado que hay otro motivo por el que el consumo del jamón ibérico permite un mayor aprovechamiento de las proteínas. Se dice que entre los seres humanos y los cerdos hay un 93% de coincidencia genómica, lo que favorece una “alta compatibilidad nutricional”.
Más allá de las tapas: ¿podemos comer jamón a diario?
Es bueno aclarar que, aunque el jamón ibérico puede ser un superalimento para deportistas, debe ir integrado en una dieta que incluya frutas, verduras y otros alimentos que también aportan grasas saludables y proteínas. Otra cosa: si no practicamos deportes o ejercicios intensos, no tenemos razón para llevar la dieta de un atleta, pues podemos desarrollar sobrepeso en vez de músculos.
En esta dirección apunta una declaración de Andrea Calderón, miembro de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación: “Si tomamos embutidos cada vez que llegamos a casa sin tiempo de preparar cena y no consumimos verduras… el contexto final de la dieta será totalmente insano”. Lo ideal es alternar el jamón ibérico con otras carnes magras, como pavo, pollo o conejo, e incorporar proteínas también a través del consumo de huevo y proteínas vegetales, sin dejar de disfrutar del jamón ibérico.
