Cuando se habla de noches tropicales enseguida se piensa en palmeras, en playas caribeñas o del Pacífico, en ropa floreada y en cócteles con piña y coco. También en playas del Mediterráneo o de Canarias, con los mismos cócteles y escuchando la canción del verano. Esa es la versión buena, y divertida.
Otra cosa es cuando se habla de noches tropicales para referirse a las noches calurosas en los grandes centros urbanos de España y de buena parte de Europa, que en los últimos años están llegando incluso antes que el comienzo oficial del verano y que tantas malas noches nos hacen pasar.
¿Qué son las noches tropicales?
En España se habla de noches tropicales cuando la temperatura mínima después de la puesta de sol se mantiene igual o por encima de los 20 °C. No parece tanto, pero noches con estas temperaturas, combinadas con la humedad ambiental y otros factores relacionados con la zona donde nos encontremos, pueden generar una sensación térmica más alta, y más incómoda.
No es igual pasar una noche tropical en una ciudad costera que en otra situada en medio de la península, como Madrid, por ejemplo. Sin embargo, el lugar de España donde se registra mayor número de noches tropicales son las islas Canarias, con un promedio de 92, aunque en El Hierro el promedio es de 128 noches tropicales anualmente (todo el verano y un poco más).
En los últimos años, las ciudades en la península, y en las Baleares, que han presentado mayor número de noches tropicales han sido Alicante, Almería, Barcelona, Cádiz e Ibiza. También Melilla, en África, como las antes mencionadas, se encuentra entre las ciudades que se aproximan a un centenar de noches tropicales al año.
Barcelona además tiene más de 20 noches tórridas al año, como se califican las noches con temperaturas mínimas iguales o superiores a los 25 °C.
¿Por qué se nos dificulta dormir durante las noches tropicales?
Es importante entender que estamos hablando de temperaturas mínimas, lo que significa que 20 °C va a ser la temperatura más baja, y que tendremos varias horas con varios grados por encima de ese rasgo.
La razón por la que en noches tan cálidas como estas nos cuesta tanto dormir es porque el cuerpo está cómodo con temperaturas entre los 18 y los 21 °C, y por encima de esta temperatura al cuerpo le cuesta más conciliar el sueño. Y en el caso de las noches tórridas, con mínimas de 25°, es prácticamente imposible dormir.
Otro factor que puede contribuir a dificultar el sueño son los largos días de verano, que pueden afectar la producción de melatonina, la hormona del sueño, que el cuerpo solo segrega cuando hay poca luz.
Algunas recomendaciones para conciliar el sueño en noches tropicales
- En primer lugar, mantener la habitación fresca durante el día, aireada pero con las persianas bajas, para evitar que se caliente en las horas con temperaturas más altas. También conviene evitar la presencia de equipos eléctricos que puedan elevar la temperatura en la habitación, como el televisor o el ordenador.
- Tomar una ducha con agua fría o tibia poco antes de acostarnos; de este modo bajamos la temperatura corporal y estaremos más relajados, lo que va a facilitar la llegada del sueño.
- Utilizar ropa de cama de algodón, que contribuye a mantenernos frescos y lidiar mejor con el sudor. En noches tórridas incluso podemos poner la ropa de cama, debidamente protegida de la humedad, un rato en el congelador.
- Meter los pies en agua fría un rato antes de acostarnos. De este modo, nos vamos a sentir más frescos, y relajados.