El primer paso para tener una vida saludable y prolongada es comer bien, y el segundo hacer ejercicios, pero no nos apresuremos. Una dieta sana y balanceada nos mantiene fuertes y atentos, previene enfermedades, retrasa el envejecimiento y mantiene activo el sistema que nos protege de virus y bacterias.
A continuación, ofrecemos seis claves propuestas por expertos de MedlinePlus, el portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, para alimentarnos de forma saludable, y para tener una vida larga y feliz.
Las 6 claves de una buena alimentación MedlinePlus
En esta página dedicada a la salud afirman que: “Una alimentación saludable no significa que deba seguir una dieta muy estricta o comer solo unos pocos tipos de alimentos específicos. No significa que nunca pueda comer sus comidas favoritas”. Como ese antiguo lugar común que afirma que si es sabroso seguramente hace daño.
Los expertos continúan diciendo que una persona “puede comer una variedad de alimentos, incluyendo sus favoritos menos saludables. Pero es importante no comer demasiado de estos alimentos ni consumirlos muy seguido. Puede equilibrar esos alimentos con alimentos más saludables y hacer actividad física regular”.
Estas son las 6 claves:
- Comer una gran variedad de alimentos e incluir en la dieta diaria vegetales, frutas y productos integrales, como harinas y arroz, y comer menos sus versiones ultra procesadas.
- Consumir lácteos bajos en grasas y comer carnes magras, aves y pescados. Aumentar la frecuencia con que comemos legumbres.
- Beber mucha agua. Mantenerse hidratado es sumamente importante.
- Consumir más alimentos con fibra, para mantener sano nuestro sistema gastrointestinal.
- Controlar y reducir el consumo diario elementos como la sal y el azúcar refinada, las grasas saturadas y el alcohol.
- Consumir con frecuencia alimentos que sean ricos en calcio, potasio y vitamina D.
Otras claves para una buena alimentación
- Planifica las comidas para que sean lo más balanceadas posibles. Al tener un menú semanal o quincenal sabrás qué necesitas buscar en el supermercado, algo que además puede ayudar a economizar.
- Una vez en el supermercado, evita en lo posible los pasillos de galletas y golosinas, y los de comidas congeladas, y pasa más tiempo en el área de frutas y verduras, y de otros productos frescos. Elige cereales integrales en vez de aquellos que vienen con colorantes y cubiertos de azúcar.
- Comenzar el día con un alimento salado. Desayunar con alimentos dulces favorece la producción de insulina en las mañanas, algo que no se considera saludable por varias razones.
- Otra recomendación es comer despacio; cuando nos tomamos el tiempo necesario para masticar cada bocado favorecemos una mayor absorción de los nutrientes, facilitamos la digestión y comemos menos, pues la sensación de saciedad no tarda en llegar, lo que puede ser de gran ayuda si queremos controlar nuestro peso.
- Al masticar más cada bocado hay una mayor producción de saliva, algo que ayuda a prevenir la aparición de caries y la formación de sarro.
- Consume con mayor frecuencia alimentos que contengan antioxidantes, como frutos rojos, manzanas, ciruelas, naranjas, kiwis, higos, etc.; verduras como tomates, zanahorias, coles, cebollas, brócoli; y bebidas como té y café, entre otros.
- Los antioxidantes protegen las células, previenen el envejecimiento prematuro y la aparición de varios tipos de cáncer, de enfermedades cardiovasculares, artritis y otras enfermedades degenerativas.
- Incorporar a nuestros menús un mayor número de platos vegetarianos, especialmente de noche. Las comidas con proteínas animales estimulan la producción de dopamina, una hormona que nos mantiene despiertos.
- En cambio, los vegetales contienen triptófano, un aminoácido a partir del cual se produce la serotonina, un neurotransmisor que contribuye a calmarnos y a regular el sueño.
Los expertos aseguran que la salud y la enfermedad entran por la boca. Es imprescindible cuidar lo que comemos.