El consumo de fresas en España está muy integrado a la dieta y la cultura alimentaria del país. La temporada alta de fresas se extiende entre los meses de marzo y junio. Esta disponibilidad está marcada por la época de cosecha, que comienza en invierno y alcanza su punto culminante en primavera.
En esos meses, el mercado se inunda de fresas frescas, locales y de alta calidad, pues España es uno de los principales productores en Europa. Esta fruta no solo es apreciada por su sabor, sino también por sus beneficios nutricionales.
La fresa es rica en vitamina C, antioxidantes y fibra, por lo que ingerir fresas es adquirir un buen caudal de nutrientes para la prevención de enfermedades. Su versatilidad en la cocina también es causa del alto consumo. Se consumen frescas, en postres, batidos, mermeladas, o simplemente acompañadas de nata o azúcar.
¿Es posible conservar las fresas frescas durante mucho tiempo?
Aprender los secretos de la conservación de las fresas frescas tiene muchas ventajas. Muchas personas no se han preocupado por conocer métodos para esta conservación. Hay tanta cantidad en el mercado, que no se dan cuenta de cuántas ventajas tiene mantenerlas disponibles en casa sin tener que salir a comprarlas.
Una de las ventajas de conservar más tiempo las fresas frescas es la reducción del desperdicio alimentario. Al prolongar su frescura se evita que se estropeen rápidamente y tengan que ser desechadas.
También favorece el ahorro económico. Es posible aprovechar promociones que suelen aparecer en los mercados, en las que se ofrece llevar más cantidad a menor precio. También se economiza tiempo, pues al no tener que ir al mercado con tanta frecuencia habrá tiempo disponible para otras compras o tareas.
Una posibilidad muy favorecedora que ofrece la conservación de las fresas es contar siempre con esta fruta disponible. Para integrarla a los desayunos, cuando algún miembro de la familia le surge la idea de preparar un postre o un batido, o simplemente para refrescarse, no es necesario moverse de casa.
¿Cómo conservar las fresas frescas durante más tiempo?
Las fresas son frutas delicadas que se lastiman con facilidad. Para su conservación, es importante que permanezcan sanas, con los cabitos y sin magulladuras. Esta es la base de la preservación.
Desde el momento en que se adquieren hay que tratarlas con suavidad y cuidado. Al llegar a casa lo ideal es revisarlas y retirar las que estén golpeadas o con signos de moho, ya que pueden dañar al resto.
Un dato fundamental: no deben lavarse hasta el momento de consumirse. Hay que conservarlas lo más secas posible.
Si se las notas húmedas por fuera, es aconsejable distribuirlas sobre papel absorbente y secarlas con el mismo tipo de papel. Una vez preparadas, hay que acondicionar el recipiente. Se debe elegir un recipiente de vidrio o plástico con tapa, lo suficientemente amplio para que las fresas quepan en una sola capa.
Se forra el fondo y los laterales interiores del recipiente con papel absorbente. Sobre él, cuidadosamente se colocan las fresas. Se cubren con otro papel. El recipiente no debe taparse herméticamente, ya que es mejor si el aire circula.
Así preparadas, se guardan en un lugar fresco, seco y con sombra. También pueden llevarse a la nevera.
¿Se pueden congelar?
Las fresas se pueden conservar durante varios meses congeladas. Para ello, es necesario quitarles las hojas y el tallo y sumergirlas en una solución preparada con una parte de vinagre blanco y tres de agua. Permanecerán en la solución durante dos minutos. Después se secan con papel absorbente y se llevan al congelador.
Esta opción es adecuada para preparar batidos o postres, pero no para comerlas en estado natural. El congelado hace posible extender la disponibilidad de las fresas una vez que se ha terminado la época de producción.