Si somos de aquellos que beben un zumo de naranja cada mañana, porque es la manera más rápida y deliciosa de consumir fruta y obtener sus beneficios, ya es hora de que sepamos que estamos equivocados. Esta no es la mejor manera de consumir fruta y, de hecho, no es igual a comer una fruta entera.
No estamos diciendo que beber zumo de frutas sea malo de por sí, porque no lo es. Realmente se trata de una bebida deliciosa que además nos provee de energía, pero no es igual ni otorga los mismos beneficios que comer una pieza de fruta completa.
La importancia de la fibra
Cuando exprimimos una fruta para extraer el zumo, o pasamos por el chino la fruta después de licuarla, excluimos un alto porcentaje de fibra. Se sabe que la fibra es un componente muy importante para el movimiento intestinal, y que también ofrece otros beneficios.
La fibra ayuda al organismo a aprovechar mejor el azúcar, regulando su absorción, y contribuye también a regular el colesterol, al obstaculizar parcialmente su reabsorción en el intestino delgado.
Al solo tomar el zumo, incluso cuando tiene pulpa, estamos dejando por fuera la mayor cantidad de fibra y bebiendo principalmente azúcares, que serán absorbidos sin ningún “filtro”, como la fibra, por el organismo.
La fruta y la saciedad
Al comer la fruta entera, además de asimilar mayor cantidad de fibra, hacemos un mayor trabajo de masticación e incorporamos a nuestro organismo alimento sólido. Se trata de dos factores que contribuyen a la saciedad.
¿Qué significa esto? Que nos alimentamos mejor comiendo menos. Podemos verlo también de esta manera: al tomar un vaso de zumo de naranja consumimos alrededor de dos o tres frutas, mientras que por lo general una fruta entera es suficiente.
Por qué el zumo de frutas puede ser nocivo para nuestro cuerpo
Al tomar solo el líquido de las frutas, sin la fibra, probablemente estamos consumiendo el azúcar presente en dos o tres frutas que el cuerpo va a absorber sin la presencia reguladora de la fibra.
Esta gran cantidad de azúcar en la sangre obliga al cuerpo a producir una mayor cantidad de insulina, y puede llegar a un punto, con los picos de azúcar, en los que esta producción sea insuficiente. Y entonces estemos creando las condiciones para la aparición de enfermedades, como la diabetes tipo 2.
Es un buen momento para comentar también algo que probablemente sospechamos desde hace tiempo, que el zumo de frutas envasado contiene más azúcares, y por tanto es más perjudicial, que el zumo natural o fresco. Esto incluye al zumo de naranja con pulpa.
¿Debemos descartar el zumo de frutas?
No necesariamente. Beber un zumo de frutas después de hacer ejercicios puede ayudarnos a recuperar energía rápidamente, y el cuerpo puede asimilarlo bastante bien cuando forma parte de un desayuno completo, que incluye huevos, pan integral y otros alimentos.
El zumo de frutas no solo contiene azúcares, también aporta vitaminas y minerales que el organismo necesita, y es además una bebida natural refrescante.
A lo que sí debemos dar importancia es a que se trate de zumo natural, recién hecho, sin azúcar agregada y sin conservantes.
En todo caso, son más recomendables aquellos jugos de frutas que incluyen la fruta completa, como los batidos y licuados, que incorporan la fibra en la preparación y a menudo combinan varias frutas. Y esto sin olvidar, y a pesar de lo que se dice en las redes sociales, que estos no reemplazan una comida completa.
En conclusión, es mejor para nuestro organismo consumir frutas completas, pero no por eso tenemos que descartar las bebidas naturales.
