El mercado automovilístico se sostiene en gran medida por la venta de coches de segunda mano. Son una alternativa menos costosa en tiempos de incertidumbre económica y de alta inflación. Es un mercado con una oferta muy diversa de marcas, modelos y estados, algunos con historial en España, y otros importados.
Pero el panorama de atraer a los compradores también es muy diverso para las distintas marcas. Hay algunas que siempre tientan y que los interesados suelen mirar como la opción de sus sueños. Pero hay otras que la mayoría de los compradores desprecia y ni siquiera mira ni valora su precio.
La reputación de la marca en función de su confiabilidad, coste de mantenimiento, disponibilidad de repuestos, es un factor de peso en estas preferencias. Y aunque el precio sea atractivo, los compradores los evitan.
Algunos de los coches que en estos tiempos tienen etiqueta de mala fama, son los del grupo Stellantis. El grupo surgió de la fusión de Peogeot-Citroen y Fías Chrysler Automobiles, que se realizó en 2021. Abarca una amplia variedad de marcas europeas, americanas y asiáticas, de diferente nivel.
¿Cuál es el problema con algunos de los coches del grupo Stellantis?
El problema es el motor 1.2 Pure Tech, desarrollado por el grupo PSA y presente en muchos modelos del grupo Stellantis. Ha provocado controversia debido a problemas mecánicos que han afectado a un gran número de coches.
Es un motor de tres cilíndricos que entre 2014 y 2020 fue instalado en varios modelos de las marcas Peugeot, Citroen, Opel y DS. En sus primeros tiempos, este motor fue muy elogiado por su rendimiento y eficiencia. Pero con el paso de los años se ha detectado un defecto grave que ha afectado a muchas unidades.
El defecto específico se encuentra en la correa de distribución que funciona en contacto con el aceite. En este motor Pure Tech se ha constatado un desgaste prematuro, que, si no se detecta a tiempo, puede provocar que el motor se funda.
La información fue publicada por el blog francés Les Activateurs, que ofrece consejos prácticos para mejorar la vida. Los informantes destacan que, aunque estos motores ofrecen cierto equilibrio entre potencia y consumo, sus problemas con la correa de distribución provocan sobreconsumo de aceite que puede ocasionar averías en el motor.
El impacto del problema del motor en el valor de reventa de estos coches
Por esta razón, los modelos que tienen el 1.2 Pure Tech, están depreciados y la gente no los quiere. Su mala fama se ha extendido, se perdió la confianza y hubo un fuerte impacto en las ventas. Y esa caída en las ventas se ha debido también a que los profesionales mecánicos consideran que el defecto de este motor provoca fallos, por lo que aconsejan no comprarlo.
Los datos numéricos muestran claramente la situación. Un Peugeot 208 del año 2015 con motor Pure Tech ha perdido aproximadamente el 61% de su valor en el mercado de coches usados. La comparación con Volkswagen Polo, modelo equivalente, es muy ilustrativa, pues este vehículo ha sufrido una depreciación de solo un 48%.
En otros modelos del grupo Stellantis, la situación es igualmente muy perjudicial. Por ejemplo, el Citroen C3 se ha depreciado en un 65% de su valor. El Opel Corsa 2020 pese a su actualidad ya se ha desvalorizado en un 31% frente al 20% que sería lo normal.
Aunque el grupo Stellanis ha puesto en marcha acciones para solucionar el problema, la fama sigue vigente. Además, día a día se incrementa por la difusión en redes sociales de testimonios de propietarios que han sufrido estos problemas.
Para contrarrestar el efecto, Stellantis ofrece garantías ampliadas para modelos Pure Tech y nuevos protocolos de mantenimiento para prevenir averías. Sin embargo, ante la consulta de los interesados en las compras, los técnicos recomiendan revisar el historial completo de mantenimiento y optar por coches que estén con respaldo de garantías vigentes.
