Los meses de verano son uno de los períodos de actividad más intensos para la Guardia Civil y para todas las autoridades relacionadas con el control del tráfico automotor. Sobre todo por la cantidad de coches que llenan carreteras y autopistas en todas direcciones, y por el aumento proporcional de infracciones y actos imprudentes.
Por otro lado, es en esta época cuando más uso se da a un accesorio del coche que por lo general casi no se utiliza el resto del año, y que puede convertirse en una razón inesperada por la que la Guardia Civil puede terminar imponiéndonos una multa: la bola de remolque.
Un accesorio que debe estar homologado
Es posible que hayamos comprado un coche de segunda mano que ya la tuviera, o que se la hayamos puesto nosotros en un taller de confianza para poder llevar un remolque durante las vacaciones, o para tener un remolque de trabajo.
En ambos casos, si la bola de remolque no cumple con determinadas condiciones, podemos terminar con una multa, y vernos obligados a retirarla del vehículo. No es que sea ilegal instalar una bola de remolque en nuestro vehículo, pero debe ser instalada en un taller autorizado o estar registrada en la ficha técnica del vehículo.
También debe estar colocada de manera tal que no obstaculice la visibilidad de la matrícula, tanto para los agentes y funcionarios de tráfico como para las cámaras que se encuentran en los puntos de control. Si no cumplimos con estas condiciones exigidas por la Dirección General de Tráfico, y somos detenidos por la Guardia Civil, las multas pueden ser de hasta 400 euros. Solo por bloquear la visión de la matrícula la multa puede ser de 200 euros.
La ley “anti-tuneo” y la bola de remolque en los coches
La ley “anti-tuneo” es como denominan al Real Decreto 866/2010, que regula los cambios que podemos hacer a un vehículo, cuáles de estos cambios requieren homologación y certificación y cuáles pueden causarnos problemas al llevarlos a la ITV o ser detenidos por la Guardia Civil. Se habla de “tuneo” cuando hacemos reformas o modificaciones de importancia al vehículo o incorporamos accesorios que no estaban incluidos en el diseño original. Colocar una bola de remolque se considera dentro de esta práctica, lo que no significa que sea ilegal, pero sí que debe cumplir con ciertas condiciones.
Si vamos a instalar una bola de remolque debe hacerse en un taller autorizado y que pueda entregar un certificado; la bola debe ser homologada (cumplir con las exigencias de la DGT), y venir acompañada por un informe, que normalmente entrega el concesionario. Una manera de evitar todos estos pasos, o de hacerlo más sencillo, es instalar la bola de remolque directamente en el concesionario. Si la instalación de la bola es posterior a la adquisición del coche y cumple con los pasos antes mencionados, en la siguiente ITV este nuevo accesorio quedará incluido en la ficha técnica.
El tema de las bolas de remolque desmontables
De acuerdo con itv.com, “hay dos tipos básicos de enganche para el remolque: el que tiene una estructura fija que no se puede desmontar y aquel que tiene una parte fija y otra móvil. Este hecho ha traído varias polémicas, ya que parece que muchos usuarios e incluso algunos agentes no tienen claro cómo afecta la normativa a estas últimas”.
En la página se señala que algunos agentes o funcionarios de tráfico han detenido coches con bolas de remolque desmontables, incluso sin llevar un remolque, bajo la excusa de que la bola bloqueaba parcialmente la visión de la matrícula. En la página se agrega que:
“Sin embargo, ninguna de estas denuncias ha prosperado tras ser reclamadas porque carecen de base legal”.
