Se cree que la Gran Pirámide de Guiza fue construida alrededor del 2600 a.C., y ya en el siglo V a.C. era considerada una de las siete grandes maravillas del mundo, y también una construcción rodeada de misterio, que sigue sin desentrañarse del todo en la actualidad.
Por el contrario, cada cierto tiempo escuchamos novedades sobre estos monumentos, que siguen siendo el principal atractivo turístico de Egipto, y una fuente continua de debates para investigadores, especialistas de todos los campos y aficionados y curiosos, como nosotros.
¿Qué hay debajo de las pirámides de Guiza?
Aparentemente, no solo piedra y arena. Un grupo de investigadores afirma haber descubierto una red de estructuras de grandes dimensiones a unos 600 metros de profundidad, justo bajo la superficie donde se encuentran las pirámides.
El anuncio de este descubrimiento se realizó en la plataforma Multidisciplinary Digital Publishing Institute (MDPI), y los autores del estudio, del descubrimiento y la publicación, son Corrado Malanga, de la Universidad de Pisa, y Filippo Biondi, de la Universidad de Strathclyde (Escocia).
Utilizando técnicas avanzadas para la investigación subterránea, los investigadores localizaron, a 640 metros de profundidad, lo que parecen ser 8 pozos verticales, con entre 10 y 12 metros de diámetro. Se encuentran rodeados por escaleras en espiral, y aseguran que se trata de una red de túneles que podría extenderse por unos 2 kilómetros.
Nicola Ciccolo, vocero del equipo de investigadores, lo anunció de esta manera: “Se ha descubierto una vasta ciudad subterránea debajo de las pirámides”.
También señaló que los pozos o cilindros descubiertos se encontraban debajo de cada una de las pirámides y “podrían servir como puntos de acceso a este sistema subterráneo”.
Los salones de Amenti
Ciccolo también declaró que este sistema subterráneo estaría constituido por “vastas cámaras debajo de la superficie de la tierra, comparables en tamaño a las pirámides mismas, que tienen una correlación notablemente fuerte con las legendarias Salas de Amenti”.
Las Salas o Salones de Amenti son unos espacios que aparecen en las Tablas Esmeralda, un conjunto de textos atribuidos al dios Thot, y sería otro de los nombres del inframundo egipcio.
El portavoz de los investigadores agregó:
“Estos nuevos hallazgos arqueológicos podrían redefinir nuestra comprensión de la topografía sagrada del antiguo Egipto, proporcionando coordenadas espaciales para estructuras subterráneas previamente desconocidas e inexploradas”.
La tecnología utilizada para encontrar la “ciudad subterránea”
Para hacer este descubrimiento, los investigadores utilizaron tecnología de radar de apertura sintética (SAR), e información proveniente de vibraciones sísmicas naturales.
Con esta tecnología se pueden conseguir imágenes del subsuelo de alta resolución, similares a las que se consiguen del fondo marino con equipos menos sofisticados.
De acuerdo con estos investigadores, el uso de esta tecnología va a revolucionar campos como la arqueología y el análisis de los datos que proporcionan los satélites.
El debate en torno al descubrimiento
Los investigadores publicaron el descubrimiento en la plataforma antes mencionada, MDPI, y dieron una rueda de prensa, pero todavía no ha salido en ninguna publicación científica.
Para algunos investigadores, como Lawrence Conyers, especializado en arqueología geofísica, hablar de una “ciudad subterránea” quizás sea una exageración.
Una de las figuras más importantes del campo de la egiptología, Zahi Hawass, es más contundente:
“Los rumores que circulan sobre las pirámides egipcias, de que hay columnas debajo de la pirámide del rey Kefrén, son completamente infundados.
No hay evidencia científica que respalde esta afirmación, y actualmente no hay misiones trabajando en la pirámide. Estos rumores fueron infundidos por especialistas que no saben nada sobre la antigua civilización egipcia y la historia de las pirámides”.