La digitalización de todos los trámites de la DGT ha promovido avances en términos de eficiencia y comodidad. Se terminaron las largas colas de esperas para realizar cualquier gestión y se ha conseguido una administración más eficiente con menos tensiones para los ciudadanos. Ha llegado la cita previa.
Sin embargo, la tecnología, que tanto bien le ha hecho a la sociedad, es una moneda de dos caras. De un lado están todos esos beneficios de comodidad, agilidad, reducción de traslados, entre otros tantos. Pero por otra parte este nuevo sistema se siente como una barrera infranqueable por las personas que no conocen de internet y de dispositivos digitales o que no tienen acceso fluido a ellos.
En especial, hay un sector de la población que sufre este problema. Muchos adultos mayores se han quedado atrás en esta revolución tecnológica y no logran realizar ningún trámite. Dependen permanentemente de familiares jóvenes, pero no siempre tienen cerca personas que los pueden ayudar.
Los trámites que antes hacían en forma presencial en las oficinas de la DGT han quedado fuera de sus posibilidades, pues la gestión digital les resulta inaccesible. Muchas veces lo intentan, pero terminan frustrados y estresados porque temen cometer errores.
También la localización geográfica limita las bondades de la digitalización. Hay zonas rurales en las que no existe conexión a internet de calidad, y existen personas de recursos limitados o dificultades motrices que no pueden trasladarse.
La DGT atiende a las dificultades de los ciudadanos y establece excepciones en las gestiones
La DGT parece haber estuchado las múltiples reclamaciones de los ciudadanos que reniegan de los trámites digitales. Se plantea la solución a sus problemas disponiendo de excepciones a la regla general del uso de internet para la cita previa de las gestiones.
Estas excepciones están orientadas a garantizar que ciertos colectivos que se sienten perjudicados por el nuevo sistema digital, puedan seguir accediendo a los servicios de manera presencial o de otras formas adaptadas a sus necesidades.
Pueden realizar trámites sin cita previa las personas mayores de 65 años
Los adultos mayores que no se sientan cómodos con los trámites por internet, podrán presentarse personalmente sin cita previa en las oficinas de la DGT. La condición para esta exoneración es que el trámite que van a realizar sea personal. Es decir, que no pueden usar este beneficio para cumplir gestiones para otra persona.
La DGT aclara que esta autorización especial para no pedir cita previa por internet no es transferible. Siguiendo este criterio, no puede ir a realizar un trámite para un mayor de 65 años sin cita previa un allegado de menor edad. Esta opción solo puede ser utilizada por la propia persona mayor.
Las principales gestiones que se realizan usando la opción de la presencialidad sin agenda previa son la renovación del permiso de conducir, la actualización de información personal y la solicitud de copias de documentos.
Los usuarios con discapacidades o problemas de movilidad también tienen excepciones en el modo de atención
Las medidas especiales se aplican también a personas con discapacidades, especialmente con problemas de movilidad que les permitan cumplir con citas previas.
A estas personas se les suele solicitar que presenten algún tipo de informe médico que certifique sus limitaciones y la necesidad de atención prioritaria.
Emergencias y situaciones de impedimento de cita previa justificadas también son atendidas por la DGT, que valorará el caso y determinará si corresponde la excepcionalidad.
En general, la DGT ha abierto la puerta de la atención diferencial y personalizada, como corresponde a una entidad pública que se debe a los ciudadanos.
Las autoridades declaran que las excepciones son casos especiales de personas que no pueden cumplir con la regla de la cita previa. La norma sigue siendo solicitar la cita previa por internet.
