Nadie está a salvo de los ciberdelincuentes. Se escabullen por el espacio virtual y encuentran los caminos para buscar nuevas formas de estafar a la gente.
Ni siquiera las grandes cadenas comerciales, que se supone que cuentan con equipos informáticos expertos, logran evitar a los hackers. Amparados en la confianza de los clientes acostumbrados a hacer sus compras en determinados comercios, los estafadores roban sus identidades.
Lidl en el ojo de la tormenta
El robo de identidad no es novedad para Lidl España, que lo viene sufriendo desde hace un tiempo. La cadena alemana ha emitido advertencias en sus redes sociales y en su sitio web oficial.
Avisa a sus clientes que ha detectado más de 14 webs fraudulentas que se han hecho pasar por Lidl y que nada tienen que ver con la empresa. Algunas ya fueron eliminadas, pero parece que han quedado unas pocas operativas.
¿Cómo proceden? Se presentan con una imagen, casi idéntica, con el logo, los colores y las características del supermercado. La mayor parte de las personas no pueden percibir los detalles que marcan las diferencias.
Estas páginas ofrecen productos de todo tipo que, supuestamente, venden a precios rebajados. Parrillas, piscinas, electrodomésticos, se han ofrecido con descuentos de un 70%.
¿Cómo realizan las estafas los ciberdelincuentes que imitan a Lidl?
El primer paso es imitar la identidad visual de la cadena. Su objetivo es engañar a los usuarios para que crean que están accediendo al sitio web oficial de la marca.
En realidad, están ingresando a un sitio fraudulento que controlan los estafadores. Muchas veces, mediante pishing, se han apoderado de las listas y datos de los clientes de Lidl. Entonces, les envían mensajes invitando a ingresar en la web a cambio de beneficios y de regalos.
Hay casos en los que, una vez que la persona ingresó, se le solicita que llene formularios con información personal, en la que se incluyen datos bancarios y hasta contraseñas y datos de acceso.
En otros casos, el cliente inocentemente realiza compras al Lidl fraudulento, que paga y nunca recibe.
¿Cómo se puede reconocer una página web fraudulenta de Lild?
Si bien la estafa no afecta directamente a Lidl, la empresa se siente involucrada por los perjuicios a sus clientes. En definitiva, los estafadores se valen de la confianza que Lidl ha generado en la gente.
Para contribuir a que las personas no caigan en estos engaños, Lidl ha insistido en que tiene un único canal de ventas online: www.lidl.es. No existe otro. Cualquier variante en esta URL indica que no es la web de la empresa.
Por lo tanto, aclara que si aparece otra dirección, aunque contenga el nombre de la marca Lidl, no corresponde a la marca. Es frecuente que los estafadores incluyan en las URL nombres genéricos para distraer, como “lidl-ofertas.shop” o “lidl-promos.store”. Son falsas.
Por lo tanto, debe desconfiarse y, si es posible, evitar operar en esas webs.
Otras diferencias entre la web oficial de Lidl y las fraudulentas
La URL es una buena manera de constatar la legitimidad de la web de Lidl. Pero no es la única. Hay otros detalles. Uno de ellos es la falta de secciones legales. No incluyen Aviso Legal, Política de Cookies ni datos fiscales de la empresa. Y si aparecen son incompletos.
También los textos marcan diferencias. En las webs falsas se han constatado errores ortográficos, redacciones defectuosas o traducciones automáticas con errores.
Los sistemas de pago también deben ser motivo de atención. Las pasarelas no llevan a la plataforma oficial de pago de Lidl, sino que piden datos bancarios o redirigen a otros sistemas inseguros.
En la mayoría de los casos, el comprador no recibe confirmación de compra ni número de pedido.
En caso de que un cliente constate que ha sido estafado, debe bloquear inmediatamente la tarjeta que utilizó para el pago y dar aviso al banco. También es conveniente denunciar ante la Policía o la Guardia Civil.
