Los días de sacar dinero de un cajero automático están contados, por las mismas razones que el dinero físico se encuentra en peligro de extinción: gracias a la expansión de la banca electrónica y el creciente uso de las billeteras virtuales. Lo que en su día fue parte de la vanguardia de la actividad bancaria, hoy comienza a tener cierto aire vintage.
Pero mientras tanto, millones de españoles utilizan a diario esta herramienta que contribuye a agilizar los trámites bancarios más básicos, como retirar, transferir o depositar dinero, aunque no siempre funcionan bien y en ocasiones pueden proporcionarnos el susto del día.
Retiré dinero, lo descontó de mi cuenta, pero no me lo dio
El uso frecuente del cajero automático aumenta las probabilidades de que en algún momento hagamos una operación de retiro de efectivo y al final de esta el dinero no aparezca, y que al mismo tiempo aparezca en la cuenta como si la operación se hubiera hecho.
Si estamos en horario de oficinas, lo mejor que podemos hacer es entrar al banco y notificar a un empleado lo que acaba de sucedernos. Es probable que solucionen el problema rápidamente, o comiencen a averiguar qué fue lo que sucedió. Si sucede fuera del horario bancario, solo hay que llamar al servicio de atención al cliente de la entidad financiera para que también solucionen el problema y el dinero sea reintegrado a nuestra cuenta.
Las recomendaciones de la Guardia Civil
Si la cosa se complica un poco más, hay que prestar atención a las recomendaciones que ofrece la Guardia Civil a través de la red social X, cuando hemos introducido la tarjeta, tecleado con cuidado el pin y aun así el dinero no sale. En estos casos, la Guardia Civil aconseja lo siguiente:
- “No te vayas alegremente”. No debemos alejarnos del cajero una vez que comience el problema, ni dejar que otro usuario intente usarlo.
- “Comprueba que la ranura no está manipulada”, es decir, que no haya ningún equipo adicional superpuesto. También conviene revisar la ranura por donde sale el dinero, por si se produjo un atasco.
- “Llama a tu banco/tarjeta para comunicarlo”.
Si no podemos permanecer junto al cajero y no se ha resuelto el problema, otro consejo es tomar los datos del cajero y anotar la hora en que se intentó hacer la operación. Es aconsejable también fotografiar con el móvil el equipo y el número que lo identifica.
Cosas que hay que saber sobre las estafas en los cajeros automáticos
Hay dos estafas bastante comunes en los cajeros automáticos españoles, con los que debemos estar atentos. Una es la denominada “skimming”, que está directamente relacionada con el segundo consejo de la Guardia Civil.
“Skimming” puede traducirse como “leer con fluidez”, y alude al objetivo de esta estafa, que consiste en colocar un dispositivo justo donde se introduce la tarjeta, y que puede leer y copiar rápidamente los datos contenidos en ella.
Con esta información, los delincuentes pueden retirar dinero de nuestra cuenta o realizar compras a nuestro nombre. Por eso es importante revisar el cajero antes de introducir la tarjeta, y si nos parece que hay algo extraño, simplemente no utilizarlo.
La estafa de la regla, la otra modalidad delictiva relacionada con los cajeros, es menos sofisticada; consiste en taponar con una regla imantada la ranura por donde sale el dinero. Al hacer la retirada de efectivo, el dinero no puede salir porque hay un obstáculo en la ranura, y una vez que nos retiramos los delincuentes solo quitan la regla y los billetes salen. Parece simple, pero en la práctica es muy operativa la trampa.
