Desde que el café llegó a Europa, en el siglo XVI, los sitios donde se venden ya preparados se han convertido en lugares de reunión, de intercambio de ideas y hasta de conspiración. Revoluciones artísticas y políticas se han gestado en sus mesas, pero también amistades y amores, y muchos cuentos, novelas, poemas y canciones.
En cinco siglos, los locales de café individuales comenzaron a convivir, y a ser desplazados por franquicias como Starbucks, y aunque hoy en día hay muchos cafeterías de especialidad, la competencia es dura y es difícil diferenciarse, a menos que necesites un “puto café”.
Pide un puto café y tendrás un descuento en esta cafetería
Se encuentra en un callejón de Valencia y podría ser solo otra cafetería de especialidad de los que tanto abundan en la ciudad, pero hay una no tan sutil diferencia en su nombre: se llama “Puto Café”. Pero la originalidad de este sitio va más allá del nombre del local, y es que si al pedir un café utilizamos una obscenidad, el café puede llegar a costar la mitad o mucho menos.
Por ejemplo, un espresso normal vale 4,87 euros, que es un precio notable incluso en un café de especialidad, pero si lo ordenamos diciendo “dame un puto espresso”, su valor será de 1,80 euros. A pesar de la obscenidad, es bueno no olvidar anteponer un “por favor”. Que la obscenidad no nos quite lo cortés.
Y es así con todos los productos de este original café de especialidad: si usamos una obscenidad lo que pidamos vendrá con descuento, y si no la usamos deberemos pagar el precio completo.
Una broma que se convirtió en un negocio
Esta original idea ha hecho que esta cafetería en sus redes sociales salte de 200 seguidores a más de 40.000, y la ha puesto en el mapa de una ciudad donde las cafeterías abundan. La idea se les ocurrió a Mike y Hugo en este mismo lugar, donde también funcionaba un café de especialidad con poca suerte. Y fue bromeando cuando uno de ellos dijo “¿Te imaginas que esto se llamara Puto Café?”. Y solo unos meses después llevaron adelante la idea.
“No buscamos gustar a todo el mundo”
Para estos jóvenes emprendedores, estaba claro que no bastaba vender un buen café, y que la gente se acerca a estos lugares buscando otra experiencia. También que no iba a gustarle a todo el mundo, y que probablemente iba a generar críticas negativas.
“Nosotros venimos a ser los antagonistas del café de especialidad. Sabemos que hay gente que se ofende y nos han acusado de fomentar la mala educación, pero lo cierto es que el ambiente en el local es de risas y de buen rollo. Y si no te gusta, tienes la cafetería de tu esquina, no pasa nada, nosotros decimos que ‘nos la puto pela’”.
¿Y si queremos disfrutar de un “café de mierda”?
Lo vamos a encontrar escrito exactamente así, y debemos llamarlo por su nombre para obtener una bebida hecha con el café de peor calidad que se consigue en los supermercados, y preparado de la peor manera posible. Pero también debes saber que es el producto más caro de esta cafetería.
“De normal cuesta 6 euros, pero en eventos como la Champion Burger llegamos a cobrar 10, incluso 12 si el cliente lo pedía peor. Y sí, hubo gente que lo pidió. Siete personas, para ser exactos”.
Debemos recordar que no estamos obligados a decir una mala palabra para pedir una bebida en el Puto Café, pero nos va a salir más caro.